Capítulo 4

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Me duele, me duele tu maldita frialdad, ese maldito desinterés, si, lo sé, me usaste, me usaste al igual que todos ¡mierda! Sucedió otra vez, fuiste igual o peor que el resto... me ilusionaste, me dañaste, me destruiste totalmente, me volviste mierda la maldita vida, y te fuiste, eso sin contar que una vez me elevaste al cielo con tus caricias (falsas caricias), llegué a las nubes con tus besos llebo de amor y pasión (falsos besos, falsa pasión) y vivía en la luna con tus promesas (malditas promesas). Tú y todo tú complementaban mi mundo, ese mundo de mierda... un día lo volviste la más bella y maravillosa galaxia, pero de nada sirvió.
Nuevamente estoy sola en esto, si todo era un juego, nunca debiste sacarme de mi infierno, no debiste alejar mis demonios, no debiste enseñarme en cielo, no debiste llamarme angel, tu maldito angel.

Quiero olvidarte, pero se me hace imposible dejar de amarte. Te amaré por siempre pequeño cerdito.

Te Amaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora