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Pienso que la mentira es algo que nos dicen y lo que decimos.

Hay mentiras buenas, que lo pueden hacer para salvar o ayudar a alguien. Y hay mentiras malas, que siempre recibimos o reciben pero no se dan cuenta. Y eso, cuando pasa el tiempo, nos duele.

También hay verdades, que pueden ser buenas para nuestra vida. Por ejemplo, "¡Oh, estoy embarazado/a!" o, "¡Nos vamos a casar!".

Pero también existe ese lado oscuro, en el que todos tememos.

Las malas.

Esa oscuridad, que cuando te lo dicen, se rompe tu corazón, en mil pedasitos.

Aveces tenemos dudas si es verdad o mentira, pero si dudamos, esa duda nos tortura, para toda la vida.

Pero vamos a admitir algo, la mentira y la verdad pueden llegar a ser triste, hermoso y curioso a la vez. Nadie puede ser muy feliz, ni tampoco muy triste.

Pero, si tenemos el valor para cambiar y ya no hacerlo, tendremos como recompensa una verdad y una mentira hermosa. Aunque aveces sufrimos o somos felices con el resultado.

Pero al final, seremos una persona, con personas que, se ganaron la confianza de ti.

Y esas personas, estarán en tu corazón apoyandote pase lo que pase.

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