La muerte de la Mariposa

Capítulo 1: Una sombra en la oscuridad

De los deseos más profundos, a menudo, viene el odio más mortífero. -Sócrates.

-Ya basta, debemos volver- le insistió entre jadeos Aurora - se oscurecerá pronto

-¿Quieres que pare? - pregunto Alexei tocándola aun mas

-Si, pronto anochecerá se supone que debo estar en casa antes de la cena

-Bien, paremos entonces

Si algo odiaba Alexei era no poder negarse a nada que Aurora le pidiera... sobretodo si esta se encontraba con el pantalón debajo del trasero.

-Prometo te recompensare la siguiente vez

-Se que lo harás -Aseguro dejándola terminar de subirse el pantalón.

Aurora y Alexei podían pasar por una pareja de adolescentes demasiado hormonal saliendo de esos árboles y sin esperar el motel, y tal vez fueran lo primero pero no precisamente pareja como creían; Aurora era una chica lo suficientemente bella como para llamar la atención de Alexei, demasiado experimentado y con un fetiche con las vírgenes que lo incitaba a continuar con ella, y es que a sus diecisiete años Aurora Papillon era todo lo que no podía esperar, no había tenido jamas un novio y aunque tuviera una sonrisa traviesa su mirada era mas que inocencia y en cuanto a ella, le encantaba su personalidad comenzando por el hecho de que Alexei Wild conseguía lo que quería y eso le constaba.

-Eso estuvo maravilloso -halagó el

-Te lo dije, aprendo rápido-la sonrisa que tanto excitaba a Alexei apareció en los rojizos e hinchados labios de Aurora

-Por favor debemos de dejar de meternos ahí, siempre termino con un montón de hojarasca y polvo, a este paso todo el mundo se dará cuenta.

-Nadie se dará cuenta de nada dulzura, deja de preocuparte

Cuando Alexei le acaricio el mentón y los labios carnosos ella chupo su dedo saboreando su propia lubricación y en un arrebato de lujuria Alexei la sujeto de una cadera mientras la lanzaba contra un árbol acorralándola en el acto; era tosco y fuerte pero eso le encantaba a Aurora (o eso pensaba ella)

-Si sigues haciendo eso terminare por cogerte tan duro que no podrás levantarte en una semana-y la preciosa risa de Aurora inundo por completo el parque

-Entonces adiós, tu te lo pierdes-y así sin más explicación ni despedidas la castaña tomo rumbo a su casa.

La casa de Aurora estaba a sólo veinticinco minutos en bus pero a pesar de que pasaban de las siete treinta y el sol invernal ya se había ocultado la castaña decidió caminar, después de todo las calles de Troyes eran tan pacíficas y hermosas. Lucia mágico con el agua nieve cayendo, las casas en su mayoría de madera y a Tchaicovsky de fondo.

En cambio Alexei tardaba cuarenta minutos en bus para llegar a su casa a las afueras de Troyes sin embargo no quedaba ni un céntimo de euro en su bolsillo, su mejor amigo Yago se había quedado con sus 50€ sólo por molestarlo, sabía que su amigo andaba de cacería y quería ver hasta donde llegaba la imaginación de Alexei para desflorar a una niña idiota, así que mientras verificaba la mejor ruta a su casa y encendía un cigarrillo, un ruido lo alerto y al segundo siguiente todo se volvió oscuro.

(...)

La casa de Aurora se encontraba en el numero 7 de la Allée de la Belle Dame, era bastante cómoda con los muros exteriores hechos totalmente de arbustos y las paredes de la casa de cemento y dos chimeneas, poseía un jardín hermoso al que ella le dedicaba bastante tiempo después de sus clases en último año de bachillerato, al entrar le recibió la calidez de hogar. El piso era de madera clara y justo en la entrada de lado derecho estaba la sala de estar y a la izquierda la cocina, el lugar favorito de su madre Amélie el noventa por ciento de las veces en toda su vida la había visto ahí desde que Aurora despertaba hasta que se iba a dormir y es que su madre era tan cálida como su lugar favorito.