¡DURO CONTRA EL MURO! ★[BTS ONE-SHOTS YAOI LEMON]★

"Crush" (HopeGa)

Yoongi tenía un Crush.

No sabía que le había atraído de él, era menor y aún así se veía mucho mayor que suga, el cuerpo de yoongi era como el de una niña de 10 años al lado de él, siempre odió no verse superior a alguien menor que él.

—Jung Ho Seok...— decía entre suspiros, veía como resolvía un problema que le había puesto el profesor

—Es c-correcto...— el profesor se impresionó debido a la rapidez con la que hoseok resolvió un problema tan complicado.

A los ojos de Yoongi, Hoseok era perfecto: Inteligente, carismático, amable, buena apariencia facial y buena condición física.

El típico Crush de todo el mundo.

Pero Hoseok tenía un secreto...

Y la única persona que sabía cuál era ese secreto, era una loca por las parejas homosexuales.

Su nombre era Hwasa, pero bueno, eso no importa. Lo que importa era el plan que tenía para juntar a Hoseok y Yoongi.

Ella había descubierto que Hoseok iba a trabajar en algo nuevo: Prostitución. Pero en el anuncio de Internet, dejaba muy en claro que él sería el que la metería, no al que se la meten. Dejaba fotos con su cuerpo, tapaba su cara.

Hwasa también había descubierto que yoongi estaba realmente enamorado de Hoseok. Su plan era hacerse pasar por Yoongi.

Las clases habían terminado y todos los alumnos se dirigían a sus casas.

Yoongi iba caminando tranquilamente junto con la multitud de alumnos que iban para la misma dirección.

Hoseok caminaba mientras platicaba con algunos de sus amigos, no era raro ver a este rodeado de personas.

—todo está saliendo perfecto— se dijo a sí misma Hwasa. Estaba escondida atrás de un árbol, viendo la escena de todos saliendo— es momento de actuar...— tomó su celular y marcó al número que había dejado Hoseok en su página.

El teléfono de hobi sonó.

—aamm... Chicos, tengo que irme. Recordé que tengo un pendiente. Nos vemos mañana.— los chicos siguieron su camino y Hoseok respondió rápidamente.

—diga?

— holi!... Cof cof, hola—Hwasa intentaba poner su voz lo más ronca posible— ¿tú eres... El de la página web?

—ese mismo, dime el horario y la dirección.

—oye, tranquilo. Tengo que explicarte algo antes...

—mh? ¿Qué cosa?

—primero que nada, soy hombre, no te molesta, cierto?

—mmmmm... No. Digo, nunca he estado con uno pero... Espera, ¡dejé en claro que a mí no me la meterían!

—¡Lo sé!, Lo sé... Yo Soy pasivo.

Mira, déjame explicarte. Tengo cierto fetiche con las violaciones.

—¿Qué?