Atrapado en Undertale

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–¿¡Que clase de magnífico sueño es éste!? Por que jamás quiero despertar– decías acostándote en el campo de flores amarillas con una dulce sonrisa.
Computadora: ¿enserio? Esto se supone que debe ser algo lindo, debe ser el peor suplicio de tu vida, ya que te eh visto sufrir en este juego un montón de veces.
–Pues en eso tienes razón cuando jugue la genocida... pero a pesar de eso adoro este juego, te ruego que no me saques de aquí por favor -arrodillandote con las manos juntas y la cabeza agachada -ya no pensare hackear los archivos del juego, por favooooor.
Computadora:  -suspira resignado al verla humillarse asi-  esta bien, ademas por alguna razón no puedo usar mis poderes para sacarte -saca un pequeño teclado con una pantalla bugeada- pero si te veo usar aunque sea un pequeño hack haré que jamas en tu vida vuelvas a jugar ningun juego. -le dice con una voz como de ultratumba las últimas palabras-

-traga saliva al escuchar esas ultimas palabras- e-está bien, lo que tu digas, nada de hacks de aquí en adelante- alza su mano derecha en señal de promesa pero la izquierda la tiene oculta cruzando sus dedos-

Computadora: supongo que no tengo mucho para decirte, solo ten cuidado con lo encuentras ya que los monstruos no saben que hay una humana en el subsuelo, aunque si sigues los pasos del juego normal deberías estar bien.  -Al terminar de decir esto desapareció dejando a la chica sola-

Cuando le dejaron allí sola empezó a investigar todo el lugar, revisando su inventario y la vida que tenía, teniendo las cosas que te da el juego al inicio. Camino por el primer pasillo que la llevaría donde Flowey, comenzando así su aventura...