Hay personas que no entienden lo que es perder a un ser querido hasta que alcanzan la máxima madurez. Quizás esa suerte yo no la he tenido, pero..., ¿Qué es alcanzar la máxima madurez cuando se habla de la pérdida de alguien?
Siempre se ha pensado que una persona madura no llora, no pierde el control y siempre está mostrando su mejor cara ante las malas situaciones que la vida nos pone como obstáculos.
Yo, personalmente, he visto a personas adultas llorar, y siempre me preguntaba "¿Llorar no era de niños pequeños?".
Llorar es un mecanismo que tiene el cuerpo humano para liberar tensiones, tristeza, enfado, dolor... etcétera.
Lloras cuándo te haces daño (Dolor físico), o cuando te lo hacen (Metafóricamente. Sentimiento de tristeza), por ejemplo.
Ahora que tengo 16, aún soy joven, me he dado cuenta de que he llegado a un punto de madurez en el que creía saber aceptar situaciones, sobrellevar los problemas, pero claro, ¿Qué problemas puede tener una niña de 16 años que tiene todo lo que cualquier persona desea?, soy afortunada.
A los 16 se tiende a dramatizar situaciones que realmente no son tan importantes, pero que nosotros vemos como un mundo.
No voy a negar lo innegable; yo he sido así, yo lo he pasado mal y he pataleado muchas veces por tonterías que ahora me arrepiento,
pero por mi situación familiar, nuestra situación familiar, yo no he tenido la suerte de ser una chica de 16 normal. Con esto quiero decir que quizás he perdido dos años de mi vida, quizás ahora mismo yo podría estar viajando y pasándolo bien, quizás, en cualquier caso, 2013 y 2014 realmente no han sido años perdidos, han sido años a tu lado.
Años que no podré olvidar nunca.
Años en los que hemos estado más unidas que nunca.
Lo dejaste todo por tus hijos, nos lo diste todo, mamá.
Renunciaste a tu adolescecia, tu adultez, renunciaste a ti por nosotros. Ahora nos toca cuidarte y estar contigo siempre, hasta el final.
Quizás estos años no sean buenos, pero sé que en breve seré una adulta fuerte, con valentía y ganas de vivir, tal y cómo tú eres.
Estaré contigo hasta el final de mis días.
No sé cómo disculparme y agradecertelo todo.