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Sólo fue un sueño... Creí que de verdad Sofi estaba aquí, pero no, no está.
Me quite el suero de la mano, y el que marcaba mi signo vital, trataba de sentarme al menos un poco, pero joder el dolor en mi abdomen no paraba, al tercer intento fue un dolor más grande, uno que no pude evitar que saliera un grito leve, pero logré sentarme un poco, pasé mi mano por mi abdomen, y sentí algo caliente, revisé mis dedos y era sangre, por el esfuerzo me volví a lastimar.

R: -  Mierda, tengo que salir de aquí -

Tomando alientos de fuerzas que me quedaban, pude estar de pie, al caminar tambaleaba un poco, sentía algunos vértigos, pero no fuertes, eran soportables en su momento, estando en medio de la habitación escuché voces acercándose a la habitación, claramente ya no quería estar en el hospital y menos sin hacer nada.

Rápidamente busqué donde ocultarme, y en el Techo había.... ¡Bingo!
Era una corriente, de cuartos a cuartos, estaba exactamente arriba de mi camilla, subí con cuidado y rápido a ésta, ya que el dolor de mi abdomen no era algo menor, el estirarme no funcionaba del todo, hasta que en un brinco empujé hacia mismo dentro del conducto la rejilla, y con en último salto, pude sujetarme bien y poco a poco subí al conducto, estando ya dentro y arriba, tomé la rejilla y lo coloqué en su lugar.

Con mucho cuidado medio gateaba y a la vez arrastraba por los conductos, no aguantaba el dolor, hasta que encontré otra rejilla, se veía que era un cuarto o una bodega pequeña de batas para pacientes o uniformes para enfermeros, quite la rejilla y baje con cuidado aunque eso no sirvió de mucho, mi pie al caer se torció y todo mi peso fue contra mi abdomen.

Quede ahí por unos minutos, hasta que volví escuchar voces, rápidamente me levanté tomé un uniforme de enfermero junto con los zapatos, ya en menos de segundos tenía puesto el uniforme, en eso la puerta abrió.

Enfer: - ¿Se puede saber qué hace aquí compañera? - lo dijo mientras bajaba su cubre bocas.

R: -  Lo siento compañero, solo venía a cambiar una bata de una paciente a una limpia - fue lo primero que se me había ocurrido, mis manos no paraban de sudar.

Enfer: - Claro, lleve la bata, no haga esperar al paciente - el chico tomo unos zapatos extra y salió, yo había salido detrás suya - No te había visto por aquí compañera, ¿Eres nueva? - pregunto el chico.

R: - Si... N-no, no, estoy de intercambio, y-ya... hoy es mi último día aquí- le mostré una sonrisa nerviosa al chico. - Bueno, tengo que ir a empacar unas cosas, adiós - me dí la vuelta y salí corriendo

Enfer: - claro... Adiós... Gusto.. en.... , Y otra vez ignorado.


Había salido del hospital

Reach. ( EDITANDO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora