، I wish you crazily, idiot. ››HopeGa.

stupid hoseok

Un viernes por la mañana y YoonGi observaba desde su mesa como HoSeok reía con sus amigos mientras éstos le coqueteaban a cualquier chica que se cruzaba.
Vió claramente el momento en el que el pelinaranja le tocó las nalgas a una de las tantas chicas que se cruzaban cerca de ellos exactamente para conseguir algo así.

La castaña se giró a ver a HoSeok y tras cruzar una que otras palabras junto a toqueteos sobre la mano del chico, este se levantó de su asiento. YoonGi tuvo que desviar la mirada a su desayuno para evitar que Jung notara que lo estaba viendo cuando miró a su dirección.
Muy pronto se escucharon unos ridículos cantos dedicados para HoSeok por parte de su grupo de amigos.

El pálido simplemente suspiró, dedicándose a comer hasta que escuchó la voz de su amigo.

– ¿Por qué no irás a la fiesta?

– No quiero, no me gusta salir.

– Eres un mentiroso, ya dí la verdad YoonGi –exigió el de piel canela.–

– ¿Qué quieres que diga, NamJoon? ¿"No quiero ir porque veré a HoSeok y querré que me hunda el pene por el culo mientras yo grito como una perra en celo"?. –Enarcó una ceja, viendo al más alto.–

– Ok, ok, agradezco tu sinceridad. –rió el rubio.–

El pelinegro solo guardó silencio.
Nam era de entre las pocas personas que conocían a YoonGi tan perfectamente que hasta sabía lo que pasaba por su cabeza con una sola mirada, por más neutral que sea, su amigo sabía cada inquietud suya.
Y claro, eran amigos desde la primaria, pasó los momentos más difíciles con él sin darle nunca la espalda.
Cuando se enteró que el pálido era homosexual fue el primero en defenderlo a pesar de que todo el colegio se le tiraba encima.
Kim Namjoon era increíble y un héroe sin capa para YoonGi.

Cuando el pálido terminó de desayunar, miró su teléfono por un momento y finalmente respiró hondo.

– ¿Qué hora es la fiesta? –Dirigió la mirada hacia el rubio.

– Vas a...

– Que pregunte la hora no significa que vaya.  –Aclaró el pálido, tampoco quería ilusionar a su amigo con algo así, pues este estaba muy empeñado en que lo acompañe a la susodicha fiesta.

– será a las 11 pm.

– Ok, tal vez vaya.

Mencionó sin mucho interés mientras guardaba algunas cosas en su mochila y se levantaba de su asiento.

– No me hagas ilusiones, YoonGi.

– No prometo nada. –Murmuró antes de colocarse la mochila y tomar su bandeja, caminó unos pasos en compañía de su amigo de manera distraída.– vamos a clase, toca literatura y...

Se escuchó un estruendoso sonido cuando la bandeja cayó al suelo y hubo un sepulcral silencio luego de aquello, todos miraban la escena esperando algún espectáculo.

La castaña de hace rato lucía bastante molesta y claro, su ropa estaba cubierta por sobras de comida.
YoonGi recogió su bandeja e hizo el ademán de disculparse y retirarse sin crear mucho escándalo pero se mordió la lengua cuando la tipa habló, al parecer ella sí tenía ánimos para ganarse la atención de todos los presentes.

– Maricón de mierda, ¿Por qué no te fijas? –Espetó con molestia exagerada.– ¿O acaso lo de ir de puta chupando pollas te dejó ciego? –Miró de arriba a abajo con expresión asqueada.–

Toda la atención estaba puesta en el pelinegro, algunos hablaban entre murmullos y otros simplemente se burlaban con la mirada.
HoSeok extrañamente no había abierto la bocota y simplemente permaneció a un costado de la chica.
El pálido solo se encogió de hombros con total desinterés hacia cualquier tema.

– Hm, no lo sé, dímelo tú. –Dibujó una pequeña sonrisa en su rostro.–

Muchos en el lugar rieron ante lo dicho por el chico y eso solo provocó que la chica se enfureciera más.

– Pequeña escoria... –Levantó una de sus manos y todos esperaron el golpe pero aquello nunca llegó.–

Una firme mano tomaba la muñeca de la chica evitando que el golpe se diera, todos veían espectantes y de vuelta se escucharon los cuchicheos.
HoSeok miraba de manera seria a la castaña, como si le estuviera advirtiendo de algo con la mirada, volteó a mirar a YoonGi mientras prácticamente obligaba a la chica para que bajase la mano.

– No lo toques. –Habló firme, todos estaban sorprendidos por esas palabras y cuando YoonGi vió como la sonrisa maliciosa de HoSeok se extendía sobre su rostro, supo que continuaría.– no se te pegue lo raro. –Y concluyó provocando que todo el salón riera en conjunto.–

HoSeok lo había hecho de nuevo, había avergonzado a YoonGi frente a todos.