No lo creía, ahora sé que debo confiar en ti

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Todos los personajes pertenecen a DC Comics, esta historia es solo para disfrute de los fans




Jon nunca termino de comprender a la Batfamily, en verdad, tenía años de conocerlos, años de tratar con cada miembro, pero nada lo preparo lo suficiente para esto.

Sin duda creyó que años de amistad y compañerismo ayudarían a que todo fuera tomado de la mejor forma, pero jamás creyó lo que Damián le decía, ahora veía todo con más claridad; ahora se recriminaba por no confiar en las palabras del petirrojo menor, ahora sabía que siempre debía confiar en él.

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Todo pintaba excelente, la noche era tranquila, despejada, con la temperatura ideal, no calor, no frio, una luna en cuarto menguante que no hacía más que adornar a esa ciudad que no muchos llamarían hermosa, incluso el mismo llego a considerarla sombría y lúgubre hace algunos años, pero ahora era ante sus ojos tan bella como Metrópolis; quizás no tan genial pero sin duda bella y eso era simplemente por una razón: Damián Wayne, el chico frente a él.

Para Jon Kent, Damián Wayne representaba muchas cosas en su vida, era su compañero de batalla, con el tiempo, el trato y toneladas de paciencia, se volvió su amigo y poco después en su mejor amigo; este hecho particular lo hacía sentir orgulloso, y es que, simplemente no era para menos, cuando de Robín salieron esas cinco sencillas palabras su mundo dio un giro de 180°. Aun recordarlas le generaban una sensación tan agradable que su memoria nunca permitiría olvidar ese momento, esa entonación, ese sonrojo, esa voz, todo él diciéndole "eres Mi mejor amigo Kent", de verdad fue uno de los mejores días de su vida. Ahora años después de ser mejores amigos, de toneladas más de paciencia y de mucha convivencia había llegado a la conclusión de que Damián ya no era su amigo, ni su mejor amigo, ahora era ese ser especial por el que haría y daría todo, procurar su bienestar, por saberlo feliz, aun cuando eso implique callar, porque si bien es cierto que ahora entendía que amada con todo su ser a esa bolita de odio, también era consiente que muy probablemente el no sentiría lo mismo, aun así, le quedaba la satisfacción de poder estar siempre ahí para él.
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Como cada noche salían a patrullar y hoy era en la ciudad del caballero de la noche, hoy estarían juntos deteniendo el crimen en su ciudad y eso lo emocionaba porque era cuando Damián se mostraba más animado, no era para menos, Gotham era un sin fin de criminales y eso permitía que no solo observarán y patrullaran, sino que implicaba acción, mucha acción.

Después de detener una banda de tráfico de armas y dejar todo listo en manos de Gordon, Robín y Superboy se retiraban; ahora estando sobre un gran tejado en lo alto de un edificio gótico, Damián daba a Jon un delicioso café; se había vuelto costumbre compartir esta bebida poco antes de retirarse, era su momento de silencio y mutua comprensión, no hacían falta las palabras, el silencio no era incómodo, simplemente disfrutaban, disfrutaban uno del otro y para Jon Kent sin duda era el mejor momento del día; pero esta noche sería diferente y en verdad nada lo preparo para esto.

- Jon – Damián rompió el silencio, algo que jamás había sucedido, logrando con esto que Superboy volteara inmediatamente hacia él, preguntándose si de verdad aun poseía súper oído ya que fue un murmullo lo que salió de los labios del petirrojo, pero sin duda más que audible para él – quisiera que habláramos, recientemente he llegado a una conclusión y me es imperativo terminar nuestra amistad.

El kriptoniano quedo sin habla, más pálido que un cadáver, boqueo un par de veces intentando encontrar su voz, sintiendo como sus ojos ardían por las lágrimas que empezaban a formarse, el dolor en su pecho se hacía insoportable y por más que quisiera preguntarle porque de esa decisión, nada lograba salir de el, bajo la mirada, respiro hondo, trato de recuperar ese latido que perdió en cuanto escucho sus palabras y al fin pudo encontrar su voz

No lo creía, ahora sé que debo confiar en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora