—si?— pregunto él extraño.
—en realidad puedes arreglar el fregadero?— pregunto han.
—ah?
—Estoy seguro de que puedes hacerlo! justo ahí dentro,bien— han agarro la muñeca del extraño dirigiéndose a su cocina junto el.
—esta bien, pero no soy un verdadero fontanero, así que no estoy prometiendo nada— dijo él extraño dejándose llevar pon han .
—Oh, tengo fe en ti— murmuro han cerca del desconocido.
El extraño dejo salir un suspiro para luego dirigirse hacia el fregadero.
—¿me das una llave española por favor?— dijo.
—claro, dame un momento— inquirió han para luego tomar el teléfono de casa marcar un número que su mama dejo escrito en la pequeña pizarra pegada a la pared.—buen día señorita, estoy llamando desde la residencia lu ¿mi madre ha concertado una cita para las once? ,Me gustaría cancelar. He encontrado a alguien para que arregle el problema.
Luego de colgar han se dirigió a buscar una llave española entre las herramientas de su difunto padre pero solo logro encontrar una llave inglesa, han lo agarró llevándosela para que el desconocido pueda usarla.
— Encontré una llave inglesa— grito.
—sí, esperó que sirva, tratare de hacerlo muy bien, um dejadme adivinar...Andy?— intuyo el extraño.
—nop .. lo siento amor mi nombre es han— dijo él pequeño para luego ponerse en cuclillas al lado del extraño que también se puso en posicion debajo del fregadero para poder arreglarlo.
—solo han?— pregunto él mayo.
—sí, mi apellido es lu,es un poco confuso— respondió han.—pero tu me puedes llamar luhan ,y tu nombre es? ... willis?.
—je, es sehun— respondio el mayor.
—y ¿cómo es suhun?— pregunto luhan.
—eh,creo que es seguro de si mismo—respondió sehun.—creo que ya esta— dijo para luego ponerse de pie y lavarse las manos.
—y que hacías por aquí sehun?preguntó luhan también poniéndose de pie.
—solo daba una vuelta— respondió con la mirada en sus manos.—por suerte no fue tiempo mal gastado.
—tu realmente lo pudiste arreglar, gracias!— dijo luhan alegremente exaltado.
—tut,tut,tut,hay una última cosa que arreglar— dijo sehun dándole la espalda al mas pequeño.
—qué cosa?— pregunto luhan medio asustado.
—tú...pequeña perra— dijo él mayor dándose la vuelta y poniendo su dedo índice en medio de los labios de luhan.
