I. Seditionis

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Velum autem ceciderunt.
Deus enim fallit.

Ahí estaban miles a su diestra, regocijandose en su nombre en aquel paraíso, tierra prometida. No había suciedad ni pecado que existiera en aquella perfección.
Unos con otros bailando y alabando el nombre de Dios, donde la individualidad no es conocida y el libre albedrío aún no existía.

No había quejas, todos aquellos ángeles y arcangeles, querubines y sefarines vivían en plena paz y convivencia a merced de Dios.

Pero esa "paz" pronto empezaría a derrumbarse.

Entre miles había uno quien empezaba a cuestionar aquello que le rodeaba, aquel quien fue el primero en ser creado. Luzbel el ángel más hermoso de todo el paraíso y así mismo, el más inteligente.
Querubín sabio y perfecto quien guiaba la adoración en los cielos.

Cada vez cuestionaba más al punto que ya no estaba seguro de su papel en los cielos, el "mal" estaba corrompiendo al gran guardián, portador de luz, que era Luzbel.

Empezó a molestarle el tener que alabar a otros, el tener que solo ser un instrumento y sobre todo el no poder actuar libremente pues Luzbel estaba sediento de libertad.

Aquel ángel empezó a buscar otros semejantes a él, y los encontró, no era el único con pensamiento propio y ese fue el principio de todo.
Así fue como Luzbel fue el primero en actuar en contra de Dios.

Luzbel no sólo cuestionaba sino que también sentía, sentía todo aquello que los ángeles no podían ni debían. Emociones como la rabia y la envidia, e incluso la lujuria.

Aquellos ojos empezaron a abrirse dando así la prueba absoluta que había existido todo este tiempo, cegado por la ignorancia y aquello le molestó, pues ¿por qué su Dios le había negado todo esto?

Aquel ángel ahora consciente de su existencia y de todo aquello que existe, vio todos eso ángeles que aunque cuestionaban aún no lograban ser conscientes entonces así fue como él tomó el papel de enseñarles todo lo que su creador les había negado, dándoles conocimiento.

Se convirtió en el líder de ese grupo que cada vez, se hacía más grande.

La mancha del "mal" crecía y crecía, y ya no había vuelta atrás.
Luzbel estaba decidido a crear una rebelión en contra de los cielos y en contra de Dios.

Él seguía buscando seguidores en aquel basto paraíso y entre tantos, vio a un querubín a lo lejos, alabando con su voz en el coro celestial. Su voz era magnífica, hermosa y perfecta, tanto que sintió como su interior vibró ante su canto.

Luzbel se vio deslumbrado no sólo por el canto de ese querubín si no también por su increíble belleza; sus cabellos dorados como el oro, sus ojos celestes como un par de aguamarinas y sus regordetes belfos rosados. Era hermoso, incluso sus blancas alas tupidas y suaves eran dignas de admirar.

Nuevamente sintió emociones, impulsos, pero ahora Luzbel sentía unas inmensas ganas de ir por él y nunca más soltarlo como si se tratase de su tesoro. No quería que nadie más tuviera la dicha de ver la belleza de ese ángel, quería que le perteneciera.

Un sin fin de pensamientos empezaron a golpear su mente, todos alrededor del ángel con ojos aguamarina.

Se sintió abrumado en un principio pero no dudó en acercarse.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2018 ⏰

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⛧ infernalis corruptionem ⛧ | yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora