Miraba curioso al chico de cabellos negros buscando respuestas que no las puedo encontrar con palabras pues aveces las miradas dicen más que las palabras.
El se encontraba sentado enfrente del gran cristal de ese edificio que le pertenecía a su familia de generación en generación a pesar de ser el menor de la familia era el Jefe pues su padre decidió que el tendría la capacidad de guiar a su empresa más allá, su hermana mayor no reclamo ni reprochó pues ella sabia que esto podría hacerlo madurar más y ver que en la vida no Todo lo uno quiere caerá del cielo hasta tus pies.
El Joven de cabellos negros desde pequeño fue el mimado y alguien al que no podrías decir no, eso trago malos ratos a la familia del Joven en los inicios de su adolescencia ;llamadas de parte de los directores, supervisores y demás hacían explotar de nervios al padre del joven por su actitud maleducada y desobediente, el padre del Joven hablaba con el, trataba de ver Cual era el problema de su hijo pero el solo permanecía callado mirando un punto fijo en su habitación sin prestar atención a los regaños de su padre.
Con el tiempo el padre se cansó de hablar sin obtener respuestas de su hijo menor,días después de dejar de hablarle escucho de su esposa y hija que su hijo ha desarrollado una fascinación por el boxeo y lo vio como una salida para su actitud rebelde.
Llevó al muchacho de tan sólo 15 años a su salón de práctica mostrándole como pelear, esquivar y a planificar estrategias, el muchacho de sólo 15 años dejó de ser como era antes logrando que sus padres se quedarán tranquilos pero lo que no sabían era que su hijo empeoró con los años capturando todo lo malo en su ser guardándolo para el y para las personas que el deseaba desatar la oscuridad de su ser en ellos.
Se volvió manipulador, egoísta y con una fascinación de ver sufrir a las personas pero de una forma diferente el amaba lastimar los sentimientos de las personas que el sabía que lo amaban, destruyéndolos poco a poco hasta que solo quede cenizas de su existencia,el quería que los demás se sintieran Como el, hecho mierda, así es como el se consideraba.
Su belleza e inteligencia hizo que el sobresaliera por sobre los demás, ganándose envidia de muchos y amor de todos, lo veían como un ángel caído del mismísimo cielo besado por dioses y bendecido por Ángeles pero solo era un demonio subido del infierno a la tierra, arrancando su alma por el ser más maligno.
Las apariencias engañan dicen, pero porque Alguien como el seria el ejemplo de esa frase?.
No sabía si hablar y preguntar si estaba bien y que le respondiera todas sus dudas sobre lo ocurrido anteriormente o solo quedar callado e irse del lugar comiéndose sus preguntas y curiosidad.
Sabía que era de tontos esperar parado esperando respuestas de una persona que no los da.
Se giro con la intención de irse a su casa o la casa De Yoongi esperar allí a que sea la no che y enfrentar a su novio.
Iba a decir un adiós pero se calló al verlo parado enfrente suyo con sus labios a unos pocos centímetros, pestañeo un par de veces logrando entrar en razón alejándose lentamente de JungKook pero lo impidió las manos del nombrado, sus manos agarraban fuertemente las muñecas de Jin sacando un grito bajo de dolor y sorpresa.
Se miraron a los ojos examinándose cada parte de su cuerpo con preocupación.
-Ya te iras? - dijo El chico de cabellos negros seriamente aunque con un toque de decepción en su tono de voz aunque sólo uno lo podría notar Con escucharlo perfectamente.
-No se que haré aquí después de lo que paso-dije mirándo la puerta entre abierta sonriendo amargamente.
-Quedarte a mi lado quizás - oí su voz apagada y cansada, deslizó sus manos dejando de apretar mi muñeca y en poco de 2 segundos ya no sentía tu toqué sentí como algo me faltaba y como mi corazón quemaba ¿como es enamorarse de un pecado? Pues se siente así, es como cuando un ángel llora y todo el mundo sufre las consecuencias Con tormentas y desastres naturales, cuando un pecado llora el corazón arde y duele, rompe y destruye, aunque la difencia no es mucha.
Mi corazón quería caminar hacia el pero mi mente me ponía una barrera entre el y yo.
-Debería enamorarme de alguien como tú? - me sorprendí al escuchar mi voz decir lo que mi mente pensaba.
-No deberías - dijo agarrando sus cosas y pasando a lado mio quedando alado mío por unos minutos. -Hoy no iré a casa puedes hacer lo que te plasca volveré mañana.
Su tono tan duro hizo sacarme una lagrima con un suspiro, sabía que haría, siempre se que hace cuando dice eso, siempre lo hace cuando las cosas están al borde del precipicio, siempre lo hace y aunque las repita mil veces más siempre dolerá.
-Vas Con el de nuevo - Dije sacando mis lágrimas y manteniendo mi vista fija en el sol que se escondía entre algunos de los edificios.
-Si-
Sabía su respuesta pero aún así quise escucharlo pues el amor me ha vuelto masoquista, el me ha vuelto esa clase de persona.
Cerré mis ojos oiendo los pasos de el alejandose más de mi alcance, los abrí al no oír nada más que las llamadas de la recepción y mis dientes temblar, trague una bocanada de aire antes de salir del lugar las personas que se encontraban ahí se quedaron calladas al verme pasar saque mis lentes oscuros que tenia escondido entre mi saco, saliendo del lugar atento a las miradas de todos los empleados.
Me subí en mi auto encaminandome a la casa de Yoongi quizás el me ayudaría a acabar todo este dolor por unas horas.
Pero aun así no podre borrar los recuerdos que siempre atormentan a mi mente.
[Meses Antes]
Abrí las puertas de la mansión con furia logrando casi romper todo a mi paso, mis ojos podrían esparcir fuego y mis manos destrozar lo que se pusiera en mi camino, las voces de los guardias tratando de calmarme y detener mi paso lo oía a lo lejos pero aun así no les prestaba atención.
Llegue a la última puerta sabiendo que el estaría allí, el nunca quiso que pisara esa casa, el nunca quiso que le preguntara porque Iba ahí y que hacía allí, el nunca quería preguntas.
Sabía que no era nada bueno pero aún así sentía que debía saber que ocultaba entre esas paredes que el las nombraba prohibidas.
Abrí lentamente la Puerta haciéndola rechinar, cerré mis ojos tratando de rescatar la valentía que estaba perdiendo al pasar en la habitación.
Recorrí mi mirada por la habitación buscándolo pero me arrepentí como siempre.
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¦;Aveces es bueno no saber los secretos de otros, aveces es bueno quedarse con la curiosidad.
