Capítulo 6

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*** Narra Michael ***

Lo vi alejarse por el pasillo hasta cruzar la esquina y después de eso me fui para la cafetería. Yo también tenía algo de hambre.

Durante el camino me iba fijando en las clases, no quería llegar tarde.

Estaba pasando en frente de las escaleras cuando vi a un chico subiéndolas de toda prisa. Era Nicholas.

Al llegar al último escalón tropezó y yo me acerque corriendo para agarrarlo, porque aunque no lo parezca, sí, soy una buena persona de vez en cuando.

Él se incorporó y yo lo solté dejando que se girara hacía mí.

De su boca lo único que salió fue un intento de disculpa antes de mirarme a la cara y quedarse callado y algo tenso.

Vale, admito que mi reacción fue algo infantil y le pregunté qué iba a decir con una expresión de burla, pero aun así debería haber hecho otra cosa y no solo gritar "Mierda" y salir corriendo.

En fin, ¿por qué me iba a importar eso?

Seguí caminando por los pasillos hasta que, al cruzar una esquina, vi a un chico tirado en el suelo contra las taquillas.

Me acerqué para comprobar si estaba bien y me arrodille a su lado.

Lo empecé a mover de un lado a otro para ver si reaccionaba, pero al ver que no lo hacía me comencé a asustar.

En una de las sacudidas los mechones que le cubrían el rostro se apartaron, dejando ver a través de ellos que el chico no era nada más y nada menos que Nicholas.

-¡Maldita sea!- dije- lo cogí en brazos como una princesa. Para su suerte no pesaba mucho.

Recorrí los pasillos vacíos hasta una pequeño salita que ponía <<ENFERMERÍA>>

Entré y dejé a Nicholas sobre una de las camillas mientras buscaba por la estancia a alguna enfermera.

Una chica joven, de unos veíntipico años se me acerco.

-¿Qué le ocurre?- me preguntó mientras le tomaba el pulso.

-No lo sé, se ha desmayado supongo.

-Ya veo... ¿Eres su hermano?- quiso saber la chica.

-No, soy un amigo.- contesté turbado, sinceramente, que no éramos familia era bastante obvio.

-Bien, si quieres espera afuera. Le voy a hacer algunas pruebas rápidas.- Me dijo la chica, a lo que yo asentí y salí de la sala.

Llevaba como un cuarto de hora allí sentado, y sin ninguna razón aparente.

La puerta se abrió y la chica salió tras ella.

-Ya he acabado, puedes pasar. Sólo fue un bajón de azúcar, probablemente no desayunó.

Aunque cuando despierta dile que coma más, es posible que se vuelva anémico si se alimenta tan mal.

-Claro, se lo diré- le dije a la chica sonriendo antes de que se marchara de nuevo por la puerta.

Me quedé sentado en una silla al lado de su cama observándole un rato.

-Idiota... Michael...- fueron las palabras que salieron de su boca.

-¿En serio? ¿Estás discutiendo conmigo incluso en sueño?- pregunté en alto soltando una pequeña risita.

Mientras pensaba eso una pequeña sonrisa surco mis labios, en el fondo tenía cierta gracia.

Entre tanto esperaba me quede dormido en la silla con la cabeza apoyada sobre la cama, no creía que se fuera a despertar en un tiempo así que yo también podía aprovechar a descansar un rato.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora