Jimin estaba sentado frente a la piscina.
Taehyung lo vio ahí, pensativo, llegando al extremo de llorar, pensando que nadie lo veía.Taehyung le dolía ver a su amigo tan dolido, no se podía explicar como una mujer podía ser tan cruel y mala.
Lisa, había sido la primera en muchos sentidos para Jimin.
Era dos años mayor que él, pero los padres de Jimin no tenían problemas con eso.
Lisa era una chica tranquila, o al menos eso hacía notar, decente y linda. Muy linda.
Por la cabeza de Jimin no dejaban de pasar los recuerdos, un millón de recuerdos por todo lo que pasaron.
Cuando se conocieron, por ejemplo. Fue en un local comercial, que casualmente Jimin había chocado con ella y se golpeó la cabeza, para que le perdonara la invito a comer y ella encantada aceptó. Jimin recuerda aquella hermosa sonrisa que le dio ella, cuando dijo uno de sus malos chistes, sonrió al recordar aquel momento. O el primer beso, ese beso en la que él tomó la iniciativa, porque ella se había enojado, Jimin había llegado tarde a una cita por culpa de Jungkook, quien se había embriagado y empezado a pelear con quien se le cruzara, siempre era lo mismo con él, se embriagaba y golpeaba a todo el mundo, a todos menos a Taehyung. En fin, lisa se había enojado y cuando Jimin llegó a la cita, ella le dio la espalda y caminó a su auto, Jimin fue detrás de ella y la volteó, quedando a centímetros de ella y la besó. No aguantaba más y la besó y sabe que si tuviera la oportunidad de hacerlo nuevamente, lo haría, porque ¡Dios! Estaba tan enamorado de ella que volvería a comer el mismo error de creerle todas las mentiras, porque era feliz, lo hacía feliz, aunque fuera una felicidad falsa y halla caído a siete pies de altura cuando no llegó a la boda, seguiría creyéndole, pero debía ser fuerte y razonar.
—Jimin.—Habló Taehyung, sacando al recién nombrado de sus pensamientos, este se secó las lágrimas y lo miró con una sonrisa.
—¿Qué?—Tae, no sabía qué decirle en verdad, así que solo se acercó y se sentó al lado de él.
—¿En que pensabas?—Le preguntó Taehyung, Jimin inmediatamente negó y llevó su mano derecha a sus ojos.
¿Porque le había tocado a él sufrir por algo así? Jamás había sido malo con nadie, no merecía aquella farsa.
Taehyung le sobó la espalda y le sonrió.
—Estarás bien, amigo.—Jimin asintió, aún con la cara tapada.
—Solo no sé qué hice mal...—Que manera de sentirse mal consigo mismo.
Jungkook apareció.
—No has hecho nada malo, solo hay gente que no valora lo que tiene frente a sus ojos, por la ambición y la codicia, eres mucho para tan poca mujer. Vendrán más, Jimin.—Jungkook estaba serio y su tono de voz era más grave de lo normal. Tae lo miró extrañado un momento, pero era normal que estuviera enojado por la situación. Jimin era un chico brillante y con un carisma envidiable, no le gustaba cuando hablaba mal de él mismo, porque Jungkook sabía lo que valía.
Jimin dejo de llorar después de un rato, ya que Taehyung empezó a decir estupideces para hacerle reír, consiguiéndolo.
Eran los tres mejores amigos, con dos que guardaban un secreto en común y uno que tenía el corazón hecho añicos.
Por otro lado Yoongi había pasado una noche maravillosa, soñando con una vista a la playa, hay un chico de espaldas, que mira hacia el mar, lleva un chaleco celeste dé pelos, a pesar del frío que parecía haber, usaba shorts, y unos tenis sin caña. Tenía algo en las manos y no sabía lo que era, tampoco le veía la cara. Solo recuerda aquel aroma, aquel aroma entre jabón y shampoo, con un toque pequeño de un perfume al parecer caro, quizás un Chanel no lo sabía. Pero solo había sido un sueño, un tranquilo y profundo sueño.
Hoseok ya se había levantado y le había preparado el desayuno, Yoongi odiaba con su vida levantarse temprano, más cuando era fin de semana.
—¿Hoseok?—Llamó y no contestó nadie.
Miro en su habitación, había una nota en el lado de Hoseok.
Amor, tengo clases de baile hoy, recuérdalo, no quise despertarte porque te veías hermoso sonriendo mientras dormías.
Te amo.
Esperanzo.Esperando había sido uno de los apodos que le había dado Yoongi a Ho, porque cuando lo conoció tenía una manera extraña de presentarse.
"Soy tu esperanza, eres mi esperanza, soy J-Hope"
Yoongi lo molestó luego de meses de que intentaran entablar una conversación, que le dijo "esperanzó" por el hecho de hacerse llamar así mismo la esperanza de alguien.Eran dos mundos totalmente opuestos, Hoseok era demasiado sociable y Yoongi carecía de aquella manera de entablar una conversación con más de seis palabras de por medio.
Para él todo era más difícil, pues odiaba entablar conversación con alguien que no conocía, Jimin había sido la excepción drásticamente.
Yoongi se comió el desayuno de Ho, para luego ordenar, Ho llegaría dentro de unas tres o cuatro horas después, así que tenía mucho tiempo.
Quiso dar una vuelta. Y tan pequeña sería la ciudad donde estaban que apenas salió, vio a aquel chico que hace apenas la noche anterior había besado, lo miró casi deteniéndose, pues aquel chico de ojos llorosos en el parque hoy reía con dos personas más.
"Que hermosa sonrisa. Debió haber sido un Ángel en alguna de sus vidas, porque aquella sonrisa solo podía transportarla alguien que había conocido el cielo".
Quiso acercarse y saludarle, pero se sintió avergonzado, tocó sus labios y recordó con más profundidad aquel beso. Se sintió apenado y simplemente siguió su rumbo esperando no molestar a aquel chico con sonrisa bonita.
—¡Yoongi!—Se escuchó por toda la calle.
El corazón del chico bombeó más rápido qué antes, acelerado, casi cortándole la respiración, porque reconoció aquella voz de inmediato. No quiso volearse a ver aquella sonrisa, pero en cambio sintió unos brazos rodearlo.
Quedó ahí, helado.
Dios... no debía por muchas razones sentirse atraído por el chico.
Uno, estaba Hoseok.
Dos, el chico era heterosexual.
Tres, no tenía ni la más mínima oportunidad con aquel chico.—¿Jimin?—Preguntó apenas se volteó.
El contrario le sonrió.
"Dios, ¿Cuál es la idea que pongas a un Ángel más en mi camino?"
Lo siento Hoseok...
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Corazón de piedra. -YoonMin
FanfictionLa vida era injusta cuándo crees que todo va bien, que nada malo podría pasar. En el caso de Park Jimin, su vida era realmente hermosa hasta que la persona de cuál estaba enamorado lo dejo en el mismo altar esperando. Juro jamás volver a enamorarse...