Onirophobia

No es más que un sueño

— Horrible, era realmente horrible, estaba atrapada en un ascensor, pedía ayuda pero nadie respondía, ni siquiera el servicio técnico, poco a poco sentía como me faltaba el oxígeno y luego...

— ¿Y luego... que?

— Me desperté.

— Lo que yo decía, solo fue una pesadilla.

Comentó una joven de cabello largo y castaño, resoplando al mismo tiempo que observaba a su compañero de la mesa de al lado rodar los ojos ante esas palabras, abriendo la boca tras dicha mueca.

— Sea o no un sueño Brisa, la pobre lo pasa mal y tú lo sabes ¿Quien no se ha despertado sobresaltado alguna vez por culpa de una pesadilla? a mi me tiene pasado, hay muchas cosas que me ponen enfermo.

— Eh eh, aclaremos una cosa, yo no he dicho que no lo pase mal, simplemente tiene que aprender a distinguir la realidad, nada más.

Chloe dejó escapar un pesado suspiro al escuchar la tonta discusión de sus compañeros, jugeteando con uno de sus mechones rubios que terminaban a la altura de su cuello mientras reposaba en el respaldo de su silla.

— Y dime Lu, ¿Como está tu hermano?

— Bueno... — Lucius se frotó la nuca con cierta inseguridad en su mirada al escuchar a su compañera cambiar de tema. — Tenía planeado verlo esta misma tarde, asi que las dos podeis venir, seguro que se alegra de verte Chloe.

Sorprendida ante este comentario, la joven pestañeó repetidas veces a punto de responder a sus palabras, sin embargo fue interrumpida por el profesor quien les presentó a la nueva psicóloga del instituto.

Brisa no tardó en dejar caer la cabeza sobre el pupitre al saber que tendría que aguantar una charla que seguramente se le haría eterna.

Pasaron un par de horas hasta que salieron al fin de clase, los tres parecian agotados, pero aun así se dirigieron al hospital, lugar donde, tan pronto llegaron, una enfermera que pasaba por allí se acercó a Lucius para hablar con el mientras sus dos compañeras se alejaban unos metros. Su rostro cambió de repente, apresurando el paso hasta la habitación ''241'' que se encontraba en el segundo piso.

— Mierda lo ha vuelto a hacer. — Chloe tomó a Brisa de la mano al ver como el mayor de los tres se alejaba.

La escena que vieron a continuación era habitual y, aunque intentaron detenerlo ya era tarde, pues antes de que llegasen a dicha habitación ya habian escuchado el golpe, Lucius acababa de propinarle una bofetada a su hermano pequeño el cual ahora, además de tener las muñecas vendadas, tenía la mejilla roja.

— Te dije que no volvieras a hacerlo ¿Cuando vas a parar?

—  Lu... - Brisa lo nombró con un tono de advertencia, creía que estaba siendo un poco duro con el pequeño.

—Miles... se que te duele pero papá y mamá ya no están... tienes que aceptarlo... — El azabache recobró la compostura sentandose al borde de la cama y abrazando a su hermano contra su pecho. — Prométeme que no lo volverás a hacer y podrás vivir conmigo lo pasaremos bien los dos juntos.

Miles agachó la mirada, sus ojos azules estaban sin vida, vacios...

Se repite... — Comenzó a decir con voz rota. — Papá y mamá... mueren sin parar... en mi cabeza.