🅂🅆🄴🄴🅃 🄻🄾🅅🄴

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Ahí esta, ahí esta esa maldita sonrisa. Otra vez~ -pensó fastidiado Do.





El osado preadolescente Kim se atrevió a acercarse, hasta donde se encontraba el bonito niño «de piel perfecta, tersa y blanca». A simple vista, se le notaba hastiado, apático del entorno, así que creyó que podría modificar su actual estado de animo. Su seriedad intimidaba, definitivamente era de un carácter taciturno, lo cual era sugestivo.





ㅡHola, ¿por qué tan solo? ㅡse atrevió a preguntar, ocultando su desasosiego. Teniendo altas expectativas.





El jovencito no replicó, solo le hecho una miradita matadora como adviertiéndole: “Vete, vete. Largo, largo de aquí”. Pero este hizo caso omiso, sacó de su bolsillo una barra de chocolate de gran tamaño, y se lo extendió al desconocido.






ㅡ¿Quieres? ㅡconsultó amenoㅡ. Mi padre lo ha hecho, es Director y Dueño de la Fabrica de chocolates Pororo.






El bajito abrió sus ojos con estupor. ¿Eso era posible? Sin embargo, notó en los ojos ajenos 0,00% mentiras. Pororo eran sus favoritos en el mundo, los más deliciosos del Planeta.






ㅡGracias ㅡagradeció con discernimiento, mientras lo tomaba en sus manos, ojeando con detenimiento el envoltorio. Era la edición limitada, recordaba que su madre no se lo había comprado por no ordenar su cuarto aquella vez. Por lo cual, ya no estaban a la venta cuando fue por ellos.






Aunque sí fue un agradable gesto de su parte regalarle aquello, eso jamás quitaría el hecho que nunca le gustó influenciarse con otros patéticos niños, su personalidad siempre fue así de asocial, fría y cortante. Preferia estar con su soledad, el silencio y sus libros de suspensos «ellos jamás te lastimarían». Eso no quiere decir que, no le gustara acompañar a su madre a donde fuera que vaya; esta vez parecía que la nueva vecina logró captar su atención completamente. Su progenitora le había comentado que el Señor y la Señora Kim, tenían un encantador hombrecito «este era adoptado». Ella pretendía que fueran hacer amigos, dé esos que durán tantísimos años juntos. Sin embargo, sinceramente esas cosas superficiales de las “amistades” a Do no le gustaban; no creía en tal cosa. De hecho, había tenido una amiguita en el pasado cuando tenía tan solo diez años, pero esta le dio una patada en las bolas porque según ella... ¡Había besado a su noviecita!





Sí, resulto ser lesbiaba.





En su defensa, la niña le había dicho tal mentira para ponerla celosa a esta.





Pero dialoguemos de cosas que nos conciernen, como por ejemplo: No era bueno expresándose, tampoco le gustaba los juegos hormonales de los niños de su edad, entre otras cosas. Ahora con sus trece años solo le gustaba adentrarse en su mundo de fantasía, donde estaba sano y salvo. Pese a que, le daba mucho miedo la oscuridad, le gustaba leer en su tiempo libre «cuando terminaba sus quehaceres» temáticas de horror. Este creía que JongIn se similaba a un gatito tonto bebé, de esos que solo quieren jugar y molestar. Lo peor es que su madre se molestaba con él si no le hacía caso al niño canela, Kai había vivido una infancia de mierda antes de que su familia lo adoptará.





ㅡSoy el hijo de Willy Wonka. ¿¡Genial, no crees!? ㅡsoltó emocionado, recibiendo como respuesta una mueca de su nuevo “amiguito”ㅡ. ¿Eso fue una sonrisa?





Indagó inocente, tenían la misma edad, se suponía que deberían llevarse bien, según el punto de vista del chiquitín moreno. Quitó el flequillo de la frente del niño bonito blanco, dejándole ver aquellos ojitos enormes que lo deslumbraban por completo. Estaba seguro que jamás olvidaría una mirada tan mágica.




↳²⁰Coѕαѕ qυe odιo de тι© {KaiSoo/JongSoo}⚣EXO/LGBTQ+/GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora