Capítulo 1: HERMANDAD

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El mundo es un lugar frío y desalmado que si le das la oportunidad de golpearte cuantas veces quiera, pasarías toda tu vida entera de rodillas recibiendo golpes. Por suerte hay gente que te hace creer por veces que la vida no es tan mala, cuando pierdes fe en la humanidad siempre habrán personas que te demostraran lo equivocado que estabas. Ese es el caso de Gabriel Rojas. Vivía en el departamento de Cortes ubicado en Honduras. Él era un joven de veinte y tres años, el tipo de persona que podía transmitir energía positiva a su alrededor, alto,delgado, con gafas, piel mestiza y ojos café claros. Trabajaba medio tiempo en una empresa extranjera como intérprete y era un estudiante de excelencia en la universidad por las noches. Esperaba todos los días el autobús como cualquier persona común y provenía de una familia humilde. Al bajarse del autobús siempre caminaba alrededor de diez minutos hasta su hogar. Era el mayor de tres hermanos y hijo de una madre soltera de aproximadamente cuarenta y ocho años. Aun en las circunstancias no tan favorables en la que Gabriel vivía, su sonrisa y humildad siempre estaban presente. Gabriel tenía a su mejor amigo de la infancia al que conocía desde que tenia memoria, crecieron juntos y habían sido vecinos. Su nombre era Elías Herrera. A diferencia de Gabriel, él no era tan alto, era musculoso, de piel blanca, ojos verdes, era la clase de persona que no duraba mucho tiempo en un trabajo estable, no siguió con sus estudios universitarios, pensando siempre que la vida no era para tomársela tan enserio. De alguna manera estos dos personajes tan diferentes lograban complementarse. Elías tenía veinte y seis años, aun que era mayor que su amigo, su mentalidad demostraba que los años no miden la madurez mental del todo. Elías estaba siempre con el afán de hacer dinero. Al final del día Gabriel y Elías solían salir a un bar cerca de su colonia, hablaban de sus trabajos o proyectos a largo plazo;

- Como te ha ido en el trabajo Gabo? Te darán el ascenso del que me comentaste hace unas semanas?
- Claro que si viejo, creo que con mi experiencia laboral de dos años en la empresa me verán como el mejor candidato a ese puesto, además los otros no llevan tanto tiempo. (Respondió Gabriel).
-Bueno supongo que no puedo argumentar nada contra eso hahah. Salud! (Exclamó Elías levantando su cerveza en mano).
- Y que hay de ti mi hermano, todo bien en tu trabajo? (Pregunto Gabriel)
- Me salí de ese asqueroso lugar Gabo.
- ¿Que? ¿Porqué? (Pregunto nuevamente Gabriel)
- Verás, llegue a la conclusión de que no estaban valorando mis habilidades en su totalidad, además invite a salir a la supervisora pero la muy cabrona se hizo la difícil...
- Espera, que hiciste ¿¡que!? Y...¿que paso después?
- Me grito y dijo que eso era acoso laboral, entonces la tomé de la cintura y la bese mientras le daba un apretón a su trasero.
- ¿Pero qué carajo me estás contando Elías? ¿Es enserio? ¡Entonces no renunciaste, te despidieron! (Exclamó Gabriel)
- Despedir,renunciar. ¿Cuál es la diferencia? Siempre termine saliendo del lugar pero con una buena agarrada de esa vieja ¿no?

Ambos se voltearon a ver y rieron hasta el cansancio.

-Estás loco viejo ¿lo sabias?
- Esta vida es una ilusión Gabriel, todos buscan complacer siempre a los demás, yo sin embargo busco mi propia felicidad. Como hacer dinero, por ejemplo.
- Bueno sin trabajo creo que será algo difícil eso último.
- Nah, trabajos van y vienen tu tranquilo ya encontraré algo.

Gabriel y Elias se pasaron con un par de tragos esa noche. Salieron del bar totalmente perdidos pero al igual que un perro entrenado, a pesar de estar perdidos, sus pies sabían que dirección seguir. Iban hablando estupideces de las cuales solo ellos entendían. Con piernas temblorosas y con voces pausadas conversaban mientras caminan por los lugares en donde solían jugar de niños. Muchas cosas habían cambiado en ese lugar con el paso de los años, casas deterioradas, callejones sucios, pandillas que tenían un vigilante en cada esquina. Dicen que en este mundo hay dos tipo de personas que nunca mienten, los niños y los borrachos. Elias volteo a ver a Gabriel y exclamo:

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⏰ Última actualización: Aug 27 ⏰

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