Screaming for you - Oneshot - Wigetta

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Frank se encontraba caminando por aquél lugar lleno de tantos nombres y tan poca vida. Un escalofrió recorrió su cuerpo de manera  brutal. Vio sin ver en aquel pequeño espacio e imagino su rostro junto a su típica sonrisa.

-Siempre que te veo, me pregunto lo mismo-Habló a la nada mientras se agachaba a la altura de su nombre y apellido, de su pasado y de su recuerdo, recordó y lloró internamente.

-¿Gritaste al sentir cómo  corazón se rompía  de a poco, al sentir la desazón de la traición, el dolor de la soledad y el terror de saber queya no hay vuelta atrás?

Porque Guillermo lo amaba más allá de los límites y el razonamiento.

Era un sentimiento ilógico que no esperaba nada a cambio. Para él,  Samuel ocupaba un lugar más importante que si mismo y no le importaba.

Por qué él era su todo.

Su vida.

Su ser.

Pero él no lo veía.

No vio todas las cosas que sacrifico, todo lo que arriesgo. Él no violo importante que era y no le costó olvidarse de su presencia al ver a otras personas.

No le afecto reírse del amor que le profesaba, al dejarlo llorando,solo.

No sintió la pérdida de algo tan preciado como un corazón ajenoque le pertenecía.

No le importo que Guillermo lo amara.

-¿Gritaste al correr sin poder ver, al llorar sin parar, al perderte en tus pensamientos y no saber cómo regresar?-

Por qué era un dolor tan inhumano e insoportable que no encontró otra solución que no sea correr. Correr. Simplemente correr, alejarse y escapar del dolor de su alma y los pedazos que quedaban de su corazón.

-¿Gritaste al caer de rodillas porque ya no podías soportar, al ver cómo te rompías de dolor, por estar en una oscuridad la cual no podías salir?-

Era demasiado para el cuerpo de Guillermo. El tener un amor no correspondido, muerto y sin forma alguna de repararse lo mataba de a poco.

Porque el dolor eran tan intenso y abrumador que no le permitía ni siquiera respirar. Ese amor que le daba las fuerzas para vivir era lo que le quito las fuerzas de un golpe sordo que lo dejó vagando entre los recuerdos más dolorosos, llevándolo lentamente al borde de lacordura.

-¿Gritaste al escuchar pasos que rogabas fueran de él, al sentir como una mano te tocaba y tú, ilusionado te dabas la vuelta con la esperanza de volverlo a ver?-

Porque a pesar del dolor.

De las lágrimas.

Del desprecio.

Tenía la ilusión de que él lo buscara y dijera que te amo o por lo menos un simple lo siento que borraría mágicamente todo sus errores.

Aún a pesar de todo, el amor que le profesaba era tan grande que en medio de las lágrimas, sus ojos brillaron de forma especial esperando encontrar aquel rostro en su espalda.

Pero no fue así.

-¿Gritaste aun sabiendo que no lo lograrías, al intentar escapar, al ver la sonrisa que se asomaba por los labios contrarios?-

Porque su garganta se rompió de tanto gritar y suplicar, de rogar e implorar algo que no se cumplió, ¿Era tanto pedir? ¿Acaso Guillermo pidió dinero o lujos? ¡No! ¡Lo único que pidió fue ayuda, algúnmilagro o cualquier cosa! ¡Lo llamaba a él! Gritaba su nombre sin parar, hasta quedarse sin aire para que lo fuera a rescatar, pero no lo hizo…  Como siempre, no lo hizo.

Pataleó y golpeó tratando de huir para refugiarse en los brazos de aquél que era capaz de romper su corazón con una palabra yarmarlo con una sonrisa, pero no lo logró… ¡Joder! ¿Por qué mierda no lo logró?

-¿Gritaste al desconectarte de la realidad para olvidar lo que pasaba, al concentrarte en el dolor de las heridas para evitar pensar en lo que sucedía?

Porque mientras el cuerpo de Guillermo era ensuciado y su almadestruida susurraba su nombre imaginando que eran sus manos las que lo tocaban y sus labios los que lo besaban. Susurraba y decía y gritaba, una y otra y otra y otra vez, su nombre y apellido, su apodo, invocando su perfecto rostro y sus brazos fuertes. Imaginaba un paraíso y olvidaba la realidad que golpeaba su cuerpo brutalmente para hacerlo reaccionar.

Pero no quería, prefería  concentrarse en los raspones de sus rodillas o en las cortaduras de sus manos, en el dolor de cabeza… en lo que tendría que cocinar mañana.

-¿Gritaste al sentir la sangre correr, al escuchar los pasos alejarse y ver como poco a poco la oscuridad te consumía?-

Ese reconfortante sentimiento de felicidad nublado por el cansancio y el dolor que sintió al escuchar los pasos alejarse sólo se opacó con elterror que sintió al sentir un liquito bajar pos su cuerpo. Pensó quellovía y las gotas de agua mojaban su piel, pero al mirar hacia arribasólo pudo ver las estrellas.

Sin darse cuenta, la sangre escapaba de sus venas sin poder evitarlo y bañaba el verde pasto en que estaba tirado.

Estaba sólo.

Estaba muerto por dentro.

Él no lo amaba, lo traicionaba y recientemente había sido violado.

Sentía como la oscuridad de la noche lo consumía poco a poco y el simplemente se dejaba. Porque estaba cansado de luchar.

Era algo parecido a un muñeco de trapo, sin vida, roto, usado y tirado en algún lugar del olvido.

-¿Gritaste al sentir como las fuerzas se te iban lentamente, al creerte flotar en una nuca, al morir poco a poco?-

Frank sabía que no, por qué para Guillermo el morir fue la mejorsolución que podría encontrar en su vida, el tranquilizante a todo el dolor que sentía. Era la mejor manera que había para que vuelva a renacer sin ninguna mancha que este maldito mundo le hizo, percudiéndolo hasta que la muerte lo llamó.

Guillermo era la luz de todos y la vida lo apagó sin ninguna vacilación. Ahora está mejor.

Su muerte lo liberó de malos recuerdos y vivencias y, aunque Frank quisiera que le borre todo el amor que le tenía al maldito se Samuel, sabe que será imposible. Lo amaba tanto que hasta está seguro que ahora lo proteges para que no sufra ¡Maldito sea el! ¡Malditos todoslos que lo rompieron de esta forma tan cruel!

Frank se levantó limpiándose las lágrimas que salían de sus enrojecidos e hinchados ojos, se limpió el pantalón y se giró dispuesto a marcharse de aquel cementerio que poseía a la persona más importante para él. Sin embargo la figura de la persona que antes creía su mejor amigo y que ahora odiaba detuvo sus pasos.

Samuel caminaba vacilante por aquel lugar con un ramo de flores. Al llegar a su destino se arrodillo, acarició la lápida que poseía en perfecta caligrafía “Guillermo Díaz” y, olvidándose de cualquier compañía dejo las flores y le comenzó a hablar tal como lo hacía desde su fallecimiento… Desde que descubrió lo que él significaba en su vida.

Sin darse cuenta comenzó a llorar -¿Gritaste pidiendo ayuda?-Susurró mientras sus ojos eran empapados en lágrimas.

Frank, quién no aguantaba más, lo tomó por la camisa y lo golpeó con todas sus fuerzas tirándolo nuevamente al piso.  Su puño sangraba, pero no le importaba.

-Sí- Le respondió con una sonrisa amarga y llena de odio- Gritó tu nombre, rogando que lo salves. Pero alégrate, donde quiera que éste seguramente estará muy feliz porque te ama, siempre te amo y… ¡Maldición! Siempre te amará. Él era el único capaz de amar a un monstruo  con todo su ser y no arrepentirse ni un solo segundo- Y se fue dejando al  castaño con un profundo y agónico dolor, incomparable a nada.

-¿Cómo Guillermo? ¿Cómo, aún a pesar de todo, me amas?-

Screaming for you - Oneshot - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora