Kiss it better

—Señor Kim —dijo una voz, Namjoon alejo la mirada de la pantalla de su celular, donde hasta hace unos momentos había estado respondiendo algunos mails del trabajo, y comenzó a buscar la fuente de aquellas palabras. Sus ojos se toparon con otro par de color café, esos ojos están acompañados de una bonita cara que le regaló una amable sonrisa —. ¿Es usted el señor Kim, el padre de Jungkook?

Namjoon salió de su estupor y se paró de golpe, su pequeño hijo de 7 años había estado jugando en las hamacas cuando se cayó y se golpeo la cabeza, no había sido nada grave pero era el protocolo de la escuela llamar a los padres de los alumnos cada vez que sufrieran de un accidente. Namjoon se paró tan rápido que la silla en la que había estado sentado que terminó tumbándola, causando que el otro hombre riera (tenía una risa muy particular no se podía decir que era bonita pensó Namjoon pero si única) y Namjoon se sonrojara.

—Señor Kim, soy el doctor Kim Seokjin, el doctor de la escuela —se presentó el otro hombre, ahora que Namjoon lo miraba mejor se dio cuenta que además de la bonita cara tenía hombros muy anchos—. Por favor venga por aquí que su hijo lo está esperando.

Namjoon siguió al doctor Kim por los coloridos pasillos de la escuela hasta llegar a un pequeño consultorio junto a una gran cartelera que indicaba los pasos para un correcto lavado de manos. Dentro de la habitación la única persona presente hasta ese momento era Jungkook que estaba sentado comiendo una paleta de frutilla con una curita de Iron Man en la frente. El niño quiso bajarse para ir corriendo a los brazos de su padre pero se lo impidieron.

—¿Pequeño hombre como te encuentras? —Namjoon sabía que su hijo había tenido una leve caida, pero no podía evitar preocuparse, era su instinto paternal. Se acercó a la camilla y apartó el cabello de la cabeza de Jungkook para ver su herida, pero no había mucho que ver, su frente estaba irritada pero no se veía lesión, debía estar cubierta por la curita. Jungkook aprovechó que su padre se había puesto a su altura y envolvió sus pequeños brazos alrededor de su cuello, Namjoon lo rodeó con sus brazos y lo atrajo a su cuerpo, hasta no ver que su pequeño estaba sano y salvo no se había quedado tranquilo. Padre e hijo giraron sus cabezas al mismo tiempo al escuchar un "awww" emitido por el bello doctor que al darse cuenta que lo había dicho en voz alta se avergonzó y miró al suelo.

—¿Estas bien? —volvió a preguntar Namjoon.

—Si, Appa estoy muy bien soy un chico muy fuerte. Ahjussi cuido muy bien de mi.

—Se que te diste un golpe en la cabeza pero no soy tan viejo para ser llamado así. Te dije que somos amigos puedes llamarme Jin-hyung.

—Jin-hyung —repitió Jungkook en un tono indeciso como asegurándose de que aquello fuera lo correcto —Jin-hyung también me dijo que los hombres con cicatrices son geniales y yo le dije que tú eras muy genial porque estabas lleno de cicatrices porque vives topando y tirando cosas.

Namjoon se volvió a sonrojar y Seokjin comenzó a reír, luego Namjoon también se sumó a las risas. Al principio le había dado vergüenza, pero luego recapacitó y se dio cuenta que el sueño de todos los padres era que sus hijos los consideraran geniales y aunque aquella forma fuera un tanto particular era agradable saber que Jungkook pensaba en él de aquella manera.

—Jungkook me prometes que te vas a quedar sentado muy quieto mientras hablo un segundo con tu padre —el niño asintió —. Si cumples tu promesa te voy a regalar otra paleta.

Seokjin hizo un gesto con la cabeza y guió a Namjoon fuera de la habitación, al pasillo.

—No es nada grave ni siquiera le va a quedar una cicatriz, pero se dio un golpe en la cabeza así que trata de observarlo si vez algo raro en él llévalo a emergencias o si te da más seguridad puedes llamarme —Seokjin le extendió un trozo de papel con su número anotado, el rubor que vio en sus mejillas debió se obra de su imaginación se repetía Namjoon.