Prólogo

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Corría descalza sobre el barro de la casa de mi abuelo, recuerdo que tenía una granja, los cerdos eran mis favoritos, solía meterme en el chiquero sin botas, tal vez nunca me imaginé la cantidad de parásitos que habian en las eses que me cubrían hasta los tobillos y en la que estos regordetos animales se revolcaban durante dias enteros, quizá esto y mucho más ayudó a formarme como lo que soy.

Recuerdo que un dia en la secundaría Jhon Brett nos hizo una broma, colocó leche ágria en los recipientes de avena de la cafetería, fue uhn desastre, los baños no se dieron abasto para aquella porquería de día. Afortunadamente no me guta la avena y casi nunca comía en la cafetería, esto me hizo recordarme de los cerdos de mi abuelo, todos revolcandose en su propia porquería, pero a mi no me afectó presenciar aquel fétido espectáculo, es más tome una muestra de eses de la falda de una compañera y fui al laboratorio de qúimica, ahi descubrí que la flora intestinal de la chica habia sido alterada por causa de los lacteos agríos, y pues también por mi culpa expulsaron a Jhon, pero e dió igual, ese día descubri que queria ser doctora o algo así. 

Recordarme de este tipo de cosas del pasado me ayudan a mantenerme viva, lo unico que queda de mi casi es solo mi memoria, solo espero la hora del colapso. Nunca me sentí tan orgullosa, puede que esto se compare al orgullo que sifrí al ver a mi hija graduarse de la primaria o ganar un premio durante la feria científica, tan solo me siento orgulloza, orgulloza de crear destrucción.

Crea Cuervos y te Sacarán los OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora