Nuevas Tierras

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      Después de 7 horas de viaje llegué a la que será mi nueva ciudad, me suda la espalda y estoy segura que cuando me saque los pantalones quedarán las marcas en mi piel, ahora que hago con mi 1.60 y la maleta, mi bolso HA! y mi mochila, miro a mi alrededor al menos no soy la única, esta lleno de gente de edad parecida a mi, cargada igual que yo, así que me siento en el suelo enciendo un cigarro y pienso.

-Por fin sola, nadie me va a webiar por fumarme un cigarro, podría ponerme a gritar como tarzán y a nadie le importaría, nadie me conoce, no como en ese pueblo de mierda que antes de conocerte ya te escribieron un prontuario- Mejor aparto esos pensamientos.

   En fin, bendito sea el que creó los Ubers, no puedo imaginar como andaban antes sin  GPS, me imagino un mar de gente perdida por el mundo, quizá por eso Colón descubrió América. Llamo uno por  primera vez, me hace sentir importante y a la vez  tonta, mira que emocionarme por puras weas, pero bueno seguro eso después se hace costumbre, después de 9 minutos  lo veo y me subo.

     Después de 20 minutos de viaje, veo pasar la universidad en la que estaré los próximos 5 años, y que espero que sea esa exacta cantidad de años. Que emoción ya mañana la podre explorar, tendré mis clases orientadoras y todo comenzará, o quizás ya lo hizo, mi mente se atiborra de posibles situaciones, espero al menos conocer algún príncipe azul, o quizás varios. Pero mis fantasías se detienen cuando el Uber baja la velocidad, entramos a una villa, el pasto es verde y esta lleno de flores de colores, las casas en su mayoría blanca y de dos pisos, no se algo me inquieta es demasiado hermoso demasiado perfecto.

- Ya lola, aquí es la dirección que me dio, estamos al frente de la casa que mejor servicio-  me dice el chofer esbozando una enorme sonrisa, mientras se baja para ayudarme con las maletas.

    Y bueno abro la reja negra, de una de las tantas casas blancas de dos pisos y toco el timbre, enseguida se sienten pasos aproximándose a toda velocidad y me abre la puerta una señora rechonchita, con el pelo tomado y un delantal.

-Déjame adivinar, melena ondulada y ojos bien delineados, tú debes ser Maura, según la descripción de tu mamá, soy tu arrendadora puedes decirme Rosita.

-Hola, sí, mi nombre es Maura- le respondo mientras pienso que más le habrá dicho mi mamá.

-Bienvenida a la pensión!!!- Me dice eso y me abraza,¿por qué me abraza? esta señora es demasiado feliz, y que hay con eso de Rosita ya no es una niña, siento su olor a ropa recién lavada y siento que no tendría porque tener esa información en mi mente.

   Lo único que se me ocurre es sonreír y asentir a todo lo que me dice, me explica todo muy rápido, al parecer soy la tercera en llegar, es una pensión de cinco personas, solo "señoritas de buenas costumbres", me siento en el sillón de la entrada y continuo poniendo mi cara dulce y confiable, a pesar de la amarga noticia de vivir con tantas mujeres, según mi mamá solo sería otra chica la que viviría en la pensión, por lo visto se quería ahorrar  una discusión, así que mejor disimulo la sorpresa, lo demás lo típico, no comerse lo que es de alguien más, no meter ruido después de que se oscurezca, cuidar los espacios comunes y me doy cuenta que  las reglas son mas familiares de los que yo quisiera.

    Me doy ánimo y me consuelo, solo son detalles, he vivido con los mandriles de mis hermanos esto no puede ser peor, me levanto y me dirijo a la habitación que me indica la señora.

- Se me olvidaba una regla, aunque no creo que te importe, pero el toque de queda en la casa es a las 11, no puedes llegar después de eso- Dejo que mi cara se deforme pero ya no importa porque mientras camino a la pieza solo ve mi espalda, instantáneamente siento como se alejan esas patitas cortas.

   Que sucede ¿no se suponía que acá comenzaba la libertad? como cresta hay más reglas que en mi casa, siento una especie de cuchillada en la espalda, debe ser la decepción. Tomo la manija de la puerta, la abro lento, ¡¡¡No no no no no!!!, esto que mierda significa, no puede ser, es una pieza pequeña sutilmente decorada, pero es pequeña y no hay una, sino que dos camas de una plaza, separadas con cuea por un metro de espacio. 

   Me quedo un rato en el umbral de la puerta, mirando la cama o llenándome de ira no se bien cual, a lo lejos se escucha la vocecita de la señora. - Maura tu compañera de cuarto llega mañana ¡¡¡las puse a ustedes juntas porque estudian lo mismo !!!

   Cierro la puerta rápido porque ya no quiero ninguna noticia más, toda la emoción que sentía fue invadida por un sentimiento de vacío, me tiro en una de las camas y me tapo la cara con la almohada,¿Cómo no se me ocurrió que esto podía pasar? tan bonito que me pintó todo mi vieja, me engaño, literalmente, fui manipulada, yo creo que para que no webiara, pero caí, ni siquiera lo sospeche, mis fantasías no me dejaron espacio para desconfiar.

   Tomo mi teléfono y le dejo un mensaje a mi mamá: Me Cagaste.







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⏰ Last updated: Nov 13, 2018 ⏰

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