En un mundo de extraños tratando de parecer humanos viven estos seres cariñosos, fraciles y dociles.
Primer golpe, segundo golpe, los restos caen al suelo.
Somos lo que somos y tenemos la forma que demostramos al mundo por cientos de escultores dedicados y desenfadados, uno que otro desinterezado en su escultura, soñando por desenvolverse en lo que realmente le interesa.
Somos lo que somos por que al terminar su obra el escultor la deja ser admirada y ella acepta los elogios posando hasta el cansancio.
No son mascaras lo que ellos ven, tan solo es el exterior, es aquella sonrisa que aunque en ciertos momentos parece falsa por el cansancio jamás deja de ser verdadera.
ESTÁS LEYENDO
Poesía
Short StoryAquí encontrar poemas y mini-cuentos para cuando te sientas solo, enamorado, triste o verdaderamente perdido.
