Louis escapa después de encontrar a su prometido con otro hombre, y se muda a un lujoso bloque de pisos cerca del centro de Londres, dónde él espera poder arreglar poco a poco su corazón y dedicarse enteramente a su trabajo como escritor.
Pero hay u...
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Every time I let somebody in then I find out what they're all about
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"Mira Lottie, amor, entiendo que estés enfadada. Dios, yo lo sigo estando..." Louis hace una mueca. "Pero no da que te presentes en casa de Steve a las tres de la mañana y-"
"A las dos," Su hermana lo corrige, después de dar un sorbo de su café. "Y es vuestra casa."
"No," él niega. "dejó de ser mi casa cuando me marché."
"Es tuya también, invertiste dinero en ella." Su hermana parece interesada en llevar la razón, así que él sólo suspira y asiente. "Debería darte una parte del dinero."
"No me importa el dinero, tengo mucho ahora mismo." El mayor remueve su cabeza, mientras apoya su barbilla en la palma de su mano. "Por mí puede arder con él, si quiere."
"No es justo, Lu. Simplemente no es justo. Que te hiciera eso y que él ahora esté disfrutando del hogar que levantaste con tanto cariño... Lo siento, es sólo que a veces el amor por ti me ciega."
Louis quiere abrazar a su hermana por lo tierna y protectora que se ve, pero tose y recupera su postura, porque Lottie se ha equivocado presentándose en aquella casa. Él ama a su hermana, daría su vida por ella, pero tiene que aprender a no inmiscuirse en problemas que no le incumben. Por más que a él le duela el corazón.
"Bueno, cariño, sigue sin tener sentido que te presentes allí, por más que te ciegue tu amor por mi." Louis se burla. "No quiero que él tome medidas contra ti, porque le tendré que partir la cara si lo hace."
La rubia niega con la cabeza, recogiendo la mano de su hermano por encima de la mesa.
"Si eso pasara, hermanito, ya le partiría yo la cara."
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Harry está perdido en su propio café, sentado en la silla de goma de la sala de profesores. La noche anterior se acostó temprano pero no logró conciliar bien el sueño. Terminó soñando con ojos azules y ámbar, y con muchos, muchos botes de nata montada. Karen, sin embargo, llegó bien entrada la madrugada, sin decir mucho. Se duchó y entró a la cama, haciéndose su propio hueco. No es que Harry intentara darle conversación, solamente cerró los ojos y se hizo el dormido.
Un golpe lo sobresalta, y rápidamente tiene dos bonitos ojos azules sobre él.
"Hey, amigo. Estabas perdido. ¿Un mal día?" Niall pregunta con verdadero interés, mientras deja su café también en la mesa y se sienta a su lado, regalandole una sonrisa.
"Es Karen..." Confiesa. "Ayer llegó muy tarde a casa. Tenía una reunión con su padre y me dijo en un primer momento que volvería a la hora de la cena."
"¿Y?" Pregunta el rubio, sin comprender muy bien. "¿Crees qué...?"
"No, por Dios, no. Ella no sería capaz de engañarme." Se calla y piensa. "Bueno, quiero creer que no. Es simplemente que últimamente la veo tan lejana y desgastada..."
"Ella es una buena mujer, pero sabes que yo nunca he pensado que sea para ti..." Niall muerde su labio y vuelve a hablar, corrigiéndose, quizás dándose cuenta de lo duro que ha sonado. "Simplemente lleváis una vida muy monótona, quizás deberías de hablar con ella..."
"Yo la quiero, estoy seguro de eso... Intentaré hablar con ella..." El rizado sigue removiendo su café. "Si es que coincidimos en casa alguna vez..."
Niall nota que Harry se encoge en un gesto triste y decide cambiar de tema. Uno, porque Karen no le gusta para nada, dos, no es bueno dando consejos y tres, él no es nadie para decirle a su amigo con quién tiene que pasar el resto de su vida- por más que él lo deje caer de vez en cuando y Harry se lo perdone porque, bueno, se conocen desde que el mundo es mundo.
"¿Cómo es eso de que mañana tenemos planes?" El chico de ojos azules cambia rápidamente, ni siquiera deja a Harry procesar la información correctamente. "Primero me dijiste que ibas a ir a comer con tus suegros y ahora de repente he sido invitado al apartamento de un desconocido."
"Estoy haciendo lo que me dijiste, separarme de Karen. Abrir nuevos horizontes." Harry se encoge de hombros. "Además, me vendría bien hacerme amigo de alguien del bloque. Louis es joven, de nuestra edad. Lo prefiero antes que a los ancianos que viven quejándose de los desperfectos."
"Buen punto. Aún así, no me has contado como es. No pretenderás que me meta en la casa de alguien que no conozco, ¿no?"
"Bueno, no sé cómo es realmente. Sólo hemos hablado un par de veces pero sé que le gusta la cerveza."
