Estoy tumbado en la cama, fingiendo estar dormido, estático, aunque mi mente parece nunca haber trabajado tanto. Volteo hacia la pequeña ventana ubicada en la esquina de la habitación, la luna sigue grande e imponente en la oscuridad de la noche, pero eso ya lo sé, la he estado observando desde hace unas horas ya, esperando a que alcance el punto máximo en el cielo y entonces...
Mi hermano se mueve entre sueños y yo entro en pánico, si despierta no podría hacerlo ¿o sí? Seguramente sí, tomé mi decisión desde hace mucho; aun si él no lo hubiera propuesto primero, yo no hubiera tardado en hacerlo, lo amaba.
- Me gustas.
Esa fue su respuesta. Tan clara y directa como siempre, nada que me sorprendiera pues las historias fantásticas que se contaban sobre ellos en la aldea tenían mucho de verdad. Tiempo después, me contaría que había sucedido antes: al principio de la vida humana, cuando éramos buenos y no teníamos miedo ni prejuicios, pero entones alguien con sed de poder decidió que la manera de obtenerlo era enemistándonos y desde ese momento nuestros caminos se separaron. Ellos se confinaron en lo más profundo de valles y claros, observándonos, jugando con nuestra mente de vez en cuando y burlándose de lo fugaz de nuestras vidas.
- Te vi un día mientras paseaba por el bosque, tenías siete u ocho años entonces, llorabas porque habías perdido a tu hermano y no sabías cómo volver. Yo estaba aburrido y mi intención era asustarte –no me mires así ¿sí?, lo siento, piensa que no nos hubiéramos conocido de otra manera- sin embargo, cuando estaba a punto de realizar mi travesura tú levantaste esos enormes y brillantes ojos que tienes y me tendiste la mano, esperando –asumiendo- que te ayudaría. Así que lo hice.
- ¿Tú? Ayudando a alguien. Estoy sin palabras.
- ¡Ya, Kim Ji Beom! Soy muy amable.
- Increíble.
- Lo soy.
- Y a parte mentiroso. Recuerdo el incidente, Sung Yoon hyung se asustó tanto que no ha habido día después de eso que no tenga los ojos puestos sobre mi, pero para tu información, regresé solo a casa, era un niño muy inteligente.
- Eres el humano más tonto que he visto nunca y eso que no tengo mis expectativas muy altas con ustedes. Ja, ja, ja, ja, deja de hacer pucheros, te ves feo. Te llevarías bien con Joo Chan, es igual a ti, incluso en su intento de verse adorable, siempre vuelve loco a Dong Hyun.
Después de decir eso, la sonrisa que tenía en la cara desapareció, se veía triste, cansado y solo. Era en momentos como ese que recordaba que él tenía muchos más años que yo, siglos incluso, los cuales había pasado viendo a sus amigos enamorarse, vivir emociones y aventuras que no llegaba a comprender del todo.
- Todos parecen muy agradables allí, pero no creo que haya alguien tan guapo como yo puesto que prefieres pasar el tiempo conmigo. No te culpo, yo también querría estar con este hombre atractivo, fuerte y divertido.
- Como dije: un idiota.
Bromeábamos todo el tiempo, pero era eso, justamente lo que más nos preocupaba. Habían pasado doce años desde nuestro primer encuentro –el que sí recuerdo, aunque nunca se lo he admitido a él- y otro más desde que el precioso hada del que estaba enamorado había decidido que valía la pena hablarme –otra vez-.
En ese lapso, yo había crecido hasta convertirme en un adulto pero él seguía viéndose como el adolescente que creí que era, el día de mí desaparición en el bosque –incluso lo busqué en el pueblo, cuando mi hermano mayor por fin me había dejado salir de casa otra vez. Nunca lo encontré pero me convencí de que la causa era que la única seña que tenía para identificarlo era su belleza-. Él había tenido un ojo en mí desde entonces, primero por curiosidad, después... no lo sé. No creo que él tampoco lo sepa.
Lo que sí sabemos es porque nos seguimos encontrando desde esa vez. Amor. No fue instantáneo pero casi.
Vuelvo a observar la luna, llena, en el centro del cielo. Es hora. Me levanto de la cama y me pongo los zapatos, camino hacia la puerta y regreso la vista mi hermano, es la última vez que lo voy a ver pero va a estar bien, tiene a Dae Yeol hyung ahora –él sabe que lo amo y que no hay otra manera de estar juntos-, juntos lo superaran. No me llevo nada –más que mis recuerdos-, no lo voy a necesitar. Él va a estar ahí, eso es suficiente.
Encuentro el sendero que lleva al bosque sin necesidad de apoyarme en nada -he recorrido este camino por tanto tiempo que aun si dejara de pensar, mi cuerpo me guiaría aquí-, claro que las calabazas talladas que iluminan las calles no cuentan, es una coincidencia que la gente del pueblo haya decidido escoger justo esta noche para iniciar con las celebraciones de noche de brujas. Llego al lugar indicado justo a tiempo y lo llamo en un murmullo:
- Jae Hyun
- ¿Ji Beom?
No pude evitar escuchar la esperanza subiendo con cada letra que pronunciaba.
- Casi pasa la hora, ya me había convencido de que no ibas a venir.
- Y aun así seguías esperándome.
- Soy muy amable.
- Y guapo
Rodó los ojos pero no me contestó, simplemente tomó mi mano y empezó a llevarme por un camino que jamás había visto, aun cuando conocía cada centímetro de este bosque – o eso creía-
- El día y la hora de la cita no son al azar, las entradas a nuestro mundo no están abiertas todo el tiempo-. Dijo, como si pudiera leer mis pensamientos.
- Y yo que pensé que eras un romántico.
- Pienso que estoy loco por dejarte venir conmigo.
- ¿Entonces la propuesta de matrimonio fue mentira?
- Jamás te propuse matrimonio.
- ¿Viviremos en pecado? Desvergonzado.
- ¿Alguna vez dejarás de ser tan molesto?
- Así me amas.
- Desgraciadamente.
De pronto el aire cambio, iba más lento, era más suave, se escuchaba música y voces alegres, pero tan diferentes que no existe nada en el mundo humano que pudiera describirlas. Habíamos llegado. Esta era, como decían en las historias para niños, la puerta al mundo de las hadas. Una vez que cruzara no iba a volver jamás, el tiempo se detendría para mí.
Así que en esa fría noche de Halloween dejé el mundo en el que nací, las cosas que poseía y a las personas a las que amé, para que Jae Hyun y yo pudiéramos estar juntos sin temerle a nada.
Al final, parece que yo soy el romántico de los dos.
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The GolCha Stories - Halloween Special
FantasyPequeños relatos creados en momentos de inspiración, lo suficientemente buenos para escribirlos pero con demasiada flojera para convertirlos en historias más largas. Advertencia: La mayoría de los trabajos serán a partir de los ships entre integran...