Parte 1

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Nos enamoramos jóvenes con locura y pasión que creemos que no encontraremos otro amor igual, que nos haga sentir de la misma forma como el primero, nos desconectamos del mundo. El amor llega, los sentimientos llegan, todo se reinicia en tu interior volviendo al comienzo. 

Existen dos cosas en el hecho el momento y el tiempo. 

habían comenzando las vacaciones de verano y yo estaba hablando con un chico guapo. comenzamos a hablar todos los días, durante todo el verano, él me visitaba de vez en cuando. Todo era muy bonito me gustaba demasiado,podía contarle lo que sea, me llenaba  me gustaba, me hacia reir, me hacia feliz. 

Hubo un día en el que me dijo puedo darte un beso, pero lo dijo demasiado bajo y como era de esperarse no actué, sino, más bien, le pregunté qué cosa, porque realmente no podía creer lo que me había dicho y como me gustaba tanto, pensé que habían sido mis pensamientos. Él se hizo el estúpido también y dijo que nada no había dicho nada. Viví con eso hasta comenzar las clases. 

comenzábamos tercero medio ambos con 16 años y en el mismo curso, nos veíamos todos los días, desde las 9 porque sí, yo solía llegar a esa hora hasta las 17:30 que era cuando nos íbamos hasta nuestras casas juntos. Todo iba muy bien hasta una noche en la que conversábamos por whatsApp y él me confesó que le gustaba y yo le respondí que él igual me gustaba. Desde ese momento nos pusimos más que cariñosos, pero nunca salió un beso, porque sí los dos éramos unos imbéciles, raros, que no se atrevían. Pasó como un mes y medio de eso, y una compañera de curso le cuenta a mi mejor amiga que le gusta el chico este. fue un día domingo. llego el día lunes a clases y en el recreo los veo muy juntos abrazándose. Me dio mucha pena y salí de la sala, cuando iba subiendo luego que terminó el recreo él me dijo que teníamos que hablar, la suerte es que no llegaba el profesor. fuimos y nos sentamos en la galería de la cancha de  fútbol, él me confesó que le gustaba otra persona y yo le pregunté entonces no te gusto? Me respondió que ambas les gustábamos, pero más yo. Obviamente lo mandé a la ctm. Le dije que lo que él hizo no se hacía, que pudo haberme dicho antes y no haber presenciado escenas de ambos, que si se confundió fue por algo, que era un wn. Finalmente lo mandé a la mierda y él se fue llorando al baño porque me perdía. Desde ese momento siguió actuando como un imbécil, no respetó nada, ni siquiera el que yo estaba en la misma sala que él y la niña y los veía dándose besos y abrazos. 

Me enamoré de él que no luché, solamente me fui sin pelear, porque no era de esas y estaba dolida por quién me cambió, por cómo me cambió, porque era una persona que tenía problemas con su autoestima, y yo era todo lo contrario, feliz, hacía deporte, tocaba guitarra, me iba bien, pero no era suficiente, a veces simplemente no lo es. Pero no por eso debemos darnos por vencidas y decir que esta mierda no es para nosotras, porque llega, porque ocurre, porque nos sorprende, y nos hace madurar. 

Ahora estoy en primer año de universidad, pero la dejé, porque no me gustó la carrera. Pasaron dos años,  dos años que me hicieron volver a creer en el amor. El amor vuelve, solo hay que tener paciencia, que las cosas se demoran, pero llegan. Que uno puede volver a querer, a amar y abrirse con otra persona. Nos estancamos semanas, meses y hasta años, pero encontramos nuestro camino, nuestra melodía. Una parte de nuestra vida avanzó, logró cruzar, logró cruzar una etapa. No pensabamos volver a besar con la misma intensidad, pero lo hayamos, lo encontramos, quizás no en el mejor tiempo, pero si en el momento correcto. Un primer beso que me enamoró y que me quitó mis ganas de encontrar a otra persona, y el segundo beso que me devolvió mis ganas de amar y de creer.

Lo encontré en el momento perfecto y en el tiempo incorrecto, porque no todo es rosa, y él me dio el mejor adiós que podían darme.

Ocurrió, ocurrió cuando me iba y cuando no volvería a verlo quizás hasta cuando trabaje y termine de estudiar, pero ocurrió y cuando las cosas ocurren, los buenos tiempos llegan.

MomentosWhere stories live. Discover now