boy with love ❀ yoongi x bts

la pregunta | yoonmin

La pregunta.
1.7k, OS; YoonMin.

Una perlada gota de sudor frío cayó en su hombro. Definitivamente esa gota no era suya.

"M-más..., por favor."

Por supuesto, era de Park Jimin.

Yoongi medio sonrió, medio gimió cuando nuevamente, tomó fuerza para empujar sus caderas contra el interior de Jimin, sorprendiéndose de cómo el chico parecía fallecer y revivir en el mismo segundo. Jimin tenía mucha más masa muscular en todas partes, mucha más que Yoongi, pero eso no era barrera para practicar la pose favorita de Yoongi, porque, aunque amaba en demasía encimarse a Jimin y follarlo mientras lo hacía fundirse con las sábanas, estar debajo de éste, mientras le montaba sin precedente no tenía comparación.

A Jimin le poseían trecientos mil íncubos cuando montaba a Yoongi, no le importaba el dolor que siempre persistía a pesar del lubricante y el tiempo que se tomaba Yoongi para acostumbrarlo, o el hecho de que, por estar arriba debía hacer más que sólo jadear, él simplemente lo disfrutaba como si fuera la primera y última vez que lo haría.

"Eres increíble, Jiminnie, me encantas" murmuró Yoongi, apartándole el pelo rubio de la frente para poder besarla con cariño.

Habían pasado años desde que estos dos decidieron que se querían, y que deseaban estar juntos; tres para ser exactos. Pero Yoongi aún no se cansaba de repetir lo que Jimin ya sabía, de decirle que le encantaba, no sólo en la cama sino en cada aspecto de su vida. Jimin era su flor, esa que a veces con su polen lograba ponerlo alérgico, pero que no dejaba de adorar y admirar.

"Hyuuuung, hyung, hyung" siseó Jimin, perdido en su propia brumosa sexual, su pecho subía y bajaba y sus rodillas clavadas al colchón para poder sostenerse, lo hacían mirarse tan atractivo para Yoongi.

Jimin era una gloriosa pieza de arte que conoció exactamente el día en que estaba cumpliendo un año de haber terminado con Kim Seokjin; «Estoy seguro que en el mundo hay alguien para ti, Yoongi. Estamos claros que ese alguien no soy yo». Para aquel entonces Jimin era pelinegro como la noche, haciendo un estupendo contraste con su piel oscura, el chico había tirado el contenido de su cajita feliz sobre Yoongi al éste tropezarle accidentalmente, y no conforme con ello, le había dicho todas las groserías existidas por haberse atravesado, pero Yoongi aquella vez sólo tuvo ojos para admirar cuan rojas podían teñirse las mejillas del chico gritón producto del enojo, cuan aguda podía llegar a ser su voz.

Yoongi no estaba diciendo que se enamoró de Jimin la primera vez que le vio pero eso fue exactamente lo que pasó.

Le compró dos cajitas feliz para tenerlo contento, y una semana después, le compró un café, el miércoles de la semana siguiente fue un donut, y para el final del mes, Yoongi estaba sobre sus rodillas, tratando de demostrarle a Jimin con su lengua cuanto placer podía brindarle.

Fue una relación disparatada, pero Yoongi no la cambiaría por nada.

"Estoy cerca, hyung. Tan cerca" susurró Jimin en su oído izquierdo, Yoongi se aferró a sus palabras, y a la promosa de lo que se venía y empujó todavía más fuerte si eso era posible.

Segundos después, el gemido que liberó Jimin sonorizó la habitación, el vecino pudo haberlo escuchado pero Yoongi no le tomó demasiada importancia. Jimin estaba desecho en su regazo, con su cuerpo sudoroso dando pequeñas convulsiones debido al orgasmo y una sonrisa que no se borraba ni con el paso de los minutos.

Yoongi se aferró a él con sus brazos, atrayéndolo hasta sus labios y dejando escapar suspiros de pura dicha. La cama como siempre, había quedado hecha un desastre y habían rastros de semen que iban desde las piernas de Jimin hasta las sábanas, pero estaba bien, Yoongi no lo amaría de otra forma.