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El cielo se teñía de un color tan hermoso como el fuego en los horizontes dando por terminar una nueva jornada de clases para los estudiantes de la universidad U.F.I. la cual se encarga de forjar los grandes sueños y dones de los que logran ingresar, por los largos pasillos del lugar se encontraba un joven con apariencia un tanto peculiar, las hebras de sus cabellos color blancas y sus ojos color amarillos como el mismo oro, con apenas haber ingresado 3 meses después del inicio de clases, estaba buscando al maestro que le iba a poner al tanto de las clases que habían hecho, aunque no era necesario ya que a sus 20 años era uno de los mejores cantantes juveniles, pero por petición de su madre asistió a aquel lugar que parecía una pequeña ciudad por la cantidad de edificios que tenia.
Buscaba entre los salones de la segunda planta al profesor pero no estaba, seguía su rumbo hasta una zona que no conocía, seguro se le olvidaron mostrar en el recorrido, ingreso con cuidado observando por las ventanas que no había ni rastro que alguien estuviera presente hasta que se encontró con una que estaba con la puerta entrecerrada con las luces encendidas, con curiosidad entro a aquella sala encontrándose con un panorama agradable para la vista, las paredes eran de un color azul celeste con las columnas pintas de blanco en las cuales se encontraban lienzos colgados, algunas se encontraban recostadas en la pared que estaban sin terminar, también había unas mesas con latas de pintura, aerosoles y diferentes materiales para ilustrar y pintar, pero lo que le llamaba mas la atención es la persona que se encontraba en medio del salón, una chica, poseía un largo cabello castaño claro un tanto desordenado recogido en una coleta baja, llevaba un suéter color amarillo con unos pantalones holgados color negros y unas zapatillas blancas, no se le podía ver la cara porque estaba de espaldas ante su vista pero podía asegurar que era un poco mas bajo que el también que estaba en la mano izquierda con una paleta en la cual se encontraban un montón de colores y un pincel de mango negro.
La chica estaba tan concentrada en su pintura que no se dio cuenta de la presencia del joven detrás de ella que se acercaba con cada paso más a ella, daba pinceladas rápidas y algunas eran con delicadeza, se acerba y se alejaba para darle un poco mas de perspectiva, al terminarlo saca un marcador de color blanco del bolsillo de su pantalón para ponerle una descripción y su firma.
"Los recuerdos son como el agua... y aveces nos salen por los ojos"
~G.A~
El cuadro daba la impresión de que lo hubiera hecho un profesional, los colores se mezclaban con total armonía, se podría sentir el ambiente que emanaba aquella pintura, la joven quedando totalmente satisfecha con lo que había hecho, se daba la vuelta para recoger sus materiales y retirarse a su hogar pero se topo con la mirada del joven de cabellos alvinos, ahora se podía ver mejor sus características faciales, se le podía ver unos ojos azules como los zafiros a través de los lentes color rojos que llevaba puestos y unas pecas expandidas por sus mejillas no tan notorias, dio un sobresalto por el susto que le había dado y desvió la mirada rápidamente para luego recoger sus cosas y marcharse rápidamente del aula dejando con la palabra en la boca al otro presente, se acerco lentamente al lienzo para ver mas detenidamente la firma ¿G.A? ¿serán las siglas de su nombre?, tanto tiempo aprisionándolo que había perdido mucho tiempo y se tenia que ir a buscar a su maestro, por suerte solo se dirigió a la entrada del edificio para encontrarlo recostado en una de las esquinas, se acerco a a paso rápido para disculparse por llegar tarde.
