Capitulo Único.

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Namjoon amaba tanto, tanto a Jungkook que cuando él le hizo saber su decisión sobre viajar a Japón para ayudar a las víctimas de tal macabra guerra, no dudo ni un segundo en acompañarlo.
Él no podría perdonarse jamás haber estado lejos de él si algo malo le sucedía, juntos hasta que la muerte los separe.

Jungkook era un hombre rozando los treinta años, sumamente inteligente y astuto, amigable, cariñoso y respetuoso, un sueño, el sueño de Namjoon. Su espíritu de médico estaba intacto desde el día en que se recibió, su corazón latía más fuerte cada vez que ayudaba al prójimo... y también latía más rápido cuando tenia junto a él a Namjoon, aquel joven de veinticinco años que lo habia cautivado desde el primer momento en que lo escuchó cantar.

¿Curioso, verdad? Jungkook no conoció físicamente a Namjoon hasta cuatro semanas después de haber oído su armoniosa voz detrás de los biombos del teatro universitario.
Si bien Namjoon no estudiaba nada relacionado con el arte, de vez en cuando le gustaba expresar sus variados dotes artísticos.

El tiempo pasó y se fueron conociendo, su relación se mantuvo siempre en secreto, aunque no podían tomarse de la mano, besarse o decirse palabras de amor delante de todo el público, sus corazones siempre preservaron el fuego sagrado que jamás se extinguió.

(...)

Namjoon cargaba entre sus brazos a un pequeño niño mientras buscaba a sus padres, no paraba de llorar pidiendo a gritos a su mamá, el corazón del mayor se encogia con cada sollozo que soltaba, llevaban caminando bajo el sol y entre las camillas de heridos aproximadamente media hora y ni rastros de los progenitores.

Le dolía un poco la cabeza, los ojos le ardían de cansancio, su espalda punsaba dolorosamente con cada paso que daba y sus rodillas crujian como si todo tipo de cartílago hubiera desaparecido. Pero a pesar de todo esto su corazón bombeada con fuerza porque sabía que toda la incomodidad física valía la pena, él estaba salvando vidas, ayudando al prójimo.

La noche anterior había sido dura, no pego un ojo en toda ella y solo había consumido una barra de cereal, su persona le importaba poco sin embargo estaba desesperado por la condición de Jungkook, no lo había visto desde hace cuatro horas y no tenía idea de si había ingerido algún alimento nutritivo -o que le diera las energías suficientemes- o bebido la cantidad correcta de líquidos para no deshidratarse.
De repente el niño en sus brazos dejó de llorar para luego eufórico luchar para eliminar en agarre de Namjoon, a lo lejos una pareja se acercaba corriendo hacia su dirección, sus ojos fueron testigos de la hermosa y adorable imagen que el reencuentro entre padres e hijo brindaba, el mayor se sintió feliz restandole importancia a los miles de 'gracias' que recibió de los adultos.

Y esa felicidad no se disipó gracias a la conocida voz que llamaba su nombre, su Jungkook se encontraba de pie unos metros a su derecha, sosteniendo en su mano un paquete transparente de solución salina. Namjoon le sonrió ampliamente esperando a que terminara su trabajo con aquel herido.

Cuando estuvieron frente a frente se quedaron a una distancia considerable, y Namjoon odio eso con toda su alma porque justo en ese momento mas que cualquier otro deseaba abrazarlo, mirarlo y decirle lo orgullo que estaba de él

---hola, bebé...--- su voz disminuyó al pronunciar la última palabra por precaución, ya estaban acostumbrados.

El menor no respondió y en vez de eso lo tomo fuerte del brazo jalandolo hacia detrás de unos inmensos estantes donde acomodaban las cajas de medicamentos, todo esto a plena luz del dia en plena calle.

---¿como estás, has comido bien, has bebido suficiente agua, cariño?--- las delgadas manos del menor se paseaban por el rostro de Jungkook tratando de corroborar si tenía temperatura y también simplemente porque añoraba acariciar su suave piel.

---Si Nam, estoy perfecto ¿y tú?--- tomó sus manos entre las suyas, Jungkook no podía negar cuanto amaba la atención que le ponía pero tampoco quería que se preocupara de más. Como respuesta solo tuvo un asentimiento firme.

Minutos en silencio pasaron, los dos disfrutando de su compañía en la breve paz del momento.





---te amo demasiado, cariño--- susurró el menor.

---nunca más de lo que yo te amo...--- contestó con toda la sinceridad de su corazón.

Pero de pronto el ensordecedor sonido de los aviones caracteristicos de bombardeo helaron la sangre de ambos, pensaron que tal vez sería una amenaza más, un sobrevuelo para advertir. Cuando se dirigieron nuevamente hasta el centro de aquella calle repleta de camillas los sonidos pararon, pero el silencio duró poco.

Algo en el interior de ambos les avisó que ese sería el último momento que pasarían juntos físicamente, se miraron a los ojos y en milésimas de segundos unieron sus labios transmitiendose la seguridad de que se volverían a encontrar.

Un estruendo jamás antes percibido por los oidos de ningún ser humano resonó en todo Hiroshima, la energía liberada por aquella arma mortal elimino todo rastro de vida en kilómetros, por esta el cielo se iluminó como nunca antes iluminando por última vez los ojos de miles de personas...

Incluyendo a Namjoon y Jungkook,
Mientras se regalaban sus últimos latidos y suspiros.








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Gracias por leer¡¡¡¡
(Si alguien lo lee ahre)

Hiroshima;; KookNamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora