Un amigo para el invierno. © | km.

Prólogo. | Amigo de nieve.

Era invierno cuando el pequeño hijo de los Jeon se encontraba jugando con su padre, esculpiendo un muñeco con la fina nieve. Amaban pasar tiempo juntos, pero el trabajo del señor Jeon no le permitía estar en casa con frecuencia.

Por eso el invierno era la estación favorita del niño, pues era el tiempo en que el trabajo no consumía a su padre y podía pasar horas y horas jugando con él.

Jungkook no acostumbraba salir de casa, era muy tímido y malo en la cuestión de hacer amigos, por eso se alegraba cuando su padre pasaba tiempo con él.

—¿Ya terminamos, appa? —preguntó el niño pelinegro de sonrisa peculiar. Recién había mudado sus primeros dientes de leche—. Creo que debemos ponerle un nombre.

—Está listo —respondió el señor Jeon, terminando de alisar la nieve que correspondía a la cabeza del muñeco que se encontraban armando—. ¿Cómo te gustaría que se llamara tu nuevo amigo?

—No lo sé, tal vez...—Jungkook entrecerró los ojos y comenzó a caminar alrededor del muñeco—. ¡Lo tengo! —exclamó con alegría—. Hay que llamarlo Jimin.

—Es un buen nombre —aprobó su padre—. Ahora que Jimin está listo, entremos por unas galletas.

—¡Sí! —contestó emocionado el pequeño. Corrió desde el patio a la casa, seguido por su padre, pero a medio camino se detuvo—. ¡Espera, appa! Jimin puede tener frío por estar aquí afuera.

Antes de que su padre pudiera decir algo, Jungkook corrió junto al muñeco de nieve. Se quitó la bufanda a rayas que lo protegía del frío y la colocó en el cuello de Jimin.

—Abrígate con esto, Jimin —dijo el tierno Jungkookie a su amiguito de nieve—. Iré a comer galletas con mi appa, pero volveré en un rato para jugar contigo.

Su padre observaba enternecido la acción de su hijo. Estaba consciente que su pequeño era demasiado tímido, y podía jurar que Jungkook cuidaría muy bien de ese muñeco tanto como pudiera.

Cuidaría muy bien de su nuevo amigo.

—Vamos, Jungkookie —llamó al niño—. Omma espera por nosotros.

—¡Ya voy! —respondió, seguido de correr junto a su padre—. Vamos, omma prepara galletas muy deliciosas y me las comeré todas.

[...]

La tarde pasó volando y en la casa de los Jeon estaban listos para ir a dormir. Los padres de Jungkook estaban sentados en la orilla de la cama del niño, ambos iban a arropar a su hijo y desearle buenas noches.

—Antes de irnos...—habló la señora Jeon—. Queríamos hablar contigo, cariño.

—¿Qué sucede, omma? —preguntó Kookie—. ¿Es algo malo?

—Nada de eso, hijo —intervino su padre—. Es sobre tu regalo para navidad.

—Ya falta sólo una semana para que la navidad llegue y tú aún no le has enviado tu carta a Santa Claus —completó la madre del niño—. Dime, hijo... ¿Qué es lo que quieres para navidad?