Capítulo 4

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Celos

Tocó la puerta y el cazador abrió la puerta lanzando una maldición al aire

"¡¿quien diablos..." sus ojos se abrieron como platos y acto seguido un notable sonrojo se hizo presente en toda su cara

"Hola osito" dijo el Rey con molestia en su voz

"¿qué haces aquí?"

"Vine a agradecerte esto" señaló su capa "y a decirte algo muy importante"

"Pasa entonces" dijo metiéndose a su cabaña seguido del Rey

Una vez sentados en la pequeña mesa del cazador, el Rey aprovechaba y observaba todo a su alrededor.

"¿de que mierda querías hablar?"

"me encanta esa forma tan descortes de hablarme que tienes" decía con una sonrisa ladina

"Deja de jugar y dime ya!"

"Esta bien" se puso serio y el cazador se estremeció al sentir su mirada penetrante posada en el "yo... creo... ¡al diablo! No se que me pasa contigo, cada vez que te veo me salta el corazón y no puedo dejar de comportarme como idiota cuando estas cerca, siento algo que jamás había sentido con nadie, me encantas en todo sentido. Me gusta verte a los ojos, que por cierto son muy bellos *(7w7)r* y... Te... Me enamoré de ti en el momento que vi tus ojos cuando me salvaste en el bosque. Te dije que vivirias en el Palacio conmigo pero te vas de ahí, esperé por tu respuesta pero nunca llegó" el Rey miró al cazador y este se encontraba rojo como un tomate

"Tengo un problema muy grande ahora, no puedo ir y decir cosas a la lijera"

"Escuchame se que Yukina Kou esta detrás de ti, y de su boca escuché que tu estas en duda y también que el te besó esta mañana. Y la verdad es que estoy malditamente furioso y quería matarle en ese mismo instante... Te llamó Osito maldición! Lo odio... pero sabes que es lo más lindo de este asunto?"

"¿q-que?" Dijo el cazador con voz temblorosa

"Que no tienes que preocuparte por elegir porque yo seré el que estará a tu lado hasta que la muerte nos separe, quieran o no" dijo el Rey levantándose de su silla y acorralando al 'osito' contra la pared de madera de aquella cabaña.

Beso la boca del cazador y en un descuido de este metió su lengua haciendo el beso más demandante y apasionado, se separaron por el aire y el Rey, tomando por los hombros al contrario lo llevó hasta la habitación del oso que ya había localizado minutos antes. Le tiró y se pocisiono sobre el, acto seguido le despojó rápidamente de su ropa y aprovechando el aturdimiento del menor se quitó la suya

"¡¿que rayos piensas hacer?!"

"Hacerte mío que más" dijo restandole importancia al las palabras maldicientes que le decía el joven hombre que tenía abajo de él.

Volvió a besarlo pero esta vez comenzó a bajar por su cuello y se detuvo allí, lamio el cuello del oso, mientras con una mano acariciaba todo su torso la otra tomo su miembro y comenzó a darles jalones, el cazador se estremcia debajo de él al recibir todas las atenciones del Rey. Soltó un pequeño gemido al sentir que la piel de su cuello era mordida y luego succionada

"Oh vaya, ese sonido que hiciste me gustó bastante, veamos si puedes hacer más" dijo el Rey

Sin dejarle responder beso sus labios y con sus manos junto sus miembros  jalando ambos a creciente velocidad provocando que el menor gimoteara entre sus labios. Ambos llegaron a su punto máximo y terminaron viniendose sobre si, el Rey dejo de besar al hombre que jadeaba debajo de el y tomando las piernas de este las abrió

El Señor del Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora