Buscando salvación en algún lugar del bosque

Parte 1 sin título

CAPITULO 1:

MARIANA:

Me senté en el sillón de la casa de Miguel, quien estaba en su cocina preparando unos panes con mantequilla, que para mi suerte eran mis favoritos, ya llevaba un tiempo saliendo con él y todo me parecía de maravilla hasta hoy, soy tan feliz, citas casi todos los fines de semana, cenas románticas, regalos, rosas, todo, en simples palabras es perfecto, no hay día que diga lo contrario.

Miguel vino con los panes en un plato, los había tostado en la waflera, cogí uno y él se sentó a mi lado pasando su mano sobre mi hombro, le di un mordisco a la tostada y como pensé estaba delicioso.

-Delicioso-exprese mirándolo

-Lo se nena-dijo devolviéndome la mirada-pero, ¿Sabes que es más delicioso?-negué con la cabeza-tu.....-lo dijo seductoramente y me beso sus labios aún tenían un poco de sobras de pan, no me pareció asqueroso, es más fue delicioso, nos saboreamos el uno al otro, nuestras lenguas empezaron a devorarse el uno al otro llegando a una excitación inexplicable ,me sentí muy bien ,nos besamos hasta que no pudimos más ,lo hicimos hasta quedarnos sin aire.

Al terminar nuestro apasionado beso, nos acomodamos y empezamos a ver la película, en fin se podría decir que éramos almas gemelas, yo sentía lo mismo que él y el sentía lo mismo que yo, deseaba que nunca termine, después de todo hoy me quedare en su casa.

Miguel nunca me hizo nada que sobrepase el límite de besos, me preguntaba porque ,ya que con sus anteriores novias él ya había hecho todo tipo de cosas ,no me molesta que no lo haya hecho aún ,después de todo me gustaban los varones caballerosos,talvez sea por eso que decidió limitarse conmigo, es todo un caballero conmigo, todos en la preparatoria decían que éramos la pareja perfecta ,y así es ,lo amo y el me amo y eso es lo único que importa ahora.

Me acurruque a su pecho y el me abrazo más, desearía que siempre estemos así, esa noche nos quedamos dormidos hasta que salió el sol.

Al despertar Miguel me llevo a mi casa y nos despedimos con un abrazo, quería pasar un día más con el pero dijo que tenía algo que hacer, me hubiera gustado preguntarle que era pero no quería molestarle, al irse ,estaba por entrar a mi casa cuando,..

-Menudo par de tortolos –comento Ashley, mi odiosa vecina, no me gustaba hablarle porque había cambiado su forma de ser, desde que Salimos de secundaria.

-Gracias...-me limite a decir para no seguir con eso y entre a mi casa, no sé qué cara puso al escuchar eso pero no me importa.

Cuando entre mama ya no estaba se había ido a trabajar, a veces me pregunto si aún le intereso, ver la foto de papa al subí las escaleras hizo que mi rostro hiciera una expresión de tristeza, realmente lo extraño, extraño sus consejos, extraño todo de él, subí rápido a mi habitación y me encerré, la ventana estaba abierta no tenía idea de quien la había abierto, ya que yo la había cerrado antes de ir la casa de Miguel.

-Debió ser mi madre-susurre, de pronto se me vino un recuerdo, cuando Ashley venía a mi habitación por la ventana, quien sabia como, pero todas las noches desde que nos conocimos venia de verdad también extraño como era antes. Mire la luna por mi ventana, al otro lado podía ver la ventana de Ashley cerrado por las cortinas, agradecí porque lo estuviera, no quería tener que aguantar sus juzgamientos otra vez, mire las estrellas y brillaban de maravilla, realmente amo las estrellas

-Especialmente cuando estaba con papa...-susurre, otra vez recordé a papa

-Buena vista ¿verdad?-oí decir, mire hacia la ventana de Ashley y era ella, lo que me faltaba, pero no me haría enojar hoy no

-Opino lo mismo-le dije amablemente, no iba a dejar que me ganara en esta pelea no pensaba enojarme hoy cuando estaba todo bien

-Que amable....-susurro sarcásticamente, casi no la escuchaba, enserio tiene ganas de empezar una pelea, acoso ¿esta chica nunca se aburrirá de hacerlo?, ¿Por qué no todo vuelve a como era antes?

-¿Qué?-pregunte para calmarme un poco y no caer ante su actitud tan infantil- ¿decías algo?