Capricho! [CORRIGIENDO]

CAPITULO VIII

Despertó con unos brazos rodeando su cintura, giro un poco su cabeza a la derecha y pudo divisar a TaeHyung, soltó una pequeña sonrisa antes de separarse del mayor. Le tocó la frente y ya no tenia fiebre.

Bajo y preparo el desayuno para ambos, cuando estuvo listo volvió a subir y despertó a TaeHyung, bajaron en silencio.

Se dispusieron a desayunar y una vez que acabaron JungKook se encargó de poner los platos en el lava vajillas. Le pidió a TaeHyung que volviera a recostarse y este le hizo caso.

Le dió una limpieza rápida al departamento y volvió a subir. El mayor se encontraba recostando mirando el techo como si fuera lo más interesante del mundo.

-¿Quieres hacer un hoyo al techo?- Pregunto con una sonrisa juguetona.

-¿Por qué?- Él menor se acercó y se sentó en la cama.

-¿Por qué que?-

-¿Por qué veniste a cuidarme? ¿Por qué si te he tratado tan mal?- JungKook sonrió tristemente.

-Por que me importas, por qué a pesar de todo siempre estaré para ti cuando me necesites, aunque no nos hablemos por años si necesitas ayuda y yo puedo hotorgarte la lo haré- TaeHyung giro la cabeza hasta que sus ojos toparon con los del castaño. 

-Lo siento-

-Yo más Tae- JungKook se puso de pie y tomo sus cosas.

-Tengo que irme, cuídate Tae, si te vuelves a sentir mal ve al médico ¿Si?- TaeHyung quería detenerlo, hacer que se quedará más tiempo con él, no estaba listo para volver a la realidad, pero no lo hizo, por qué JungKook no lo merecía.

Se arropó por completo tapando su cabeza y haciendo se bolita.

*-*

JungKook llegó a su departamento y fue directo a la cocina en busca de agua. Tomo tanta como pudo.

-Tranquilo hombre, te ahogaras- el castaño paro de tomar agua, y miró al peli rosa. -¿Qué te pasa?- 

-Nada JiMin, solo tenía mucha sed-

-¿Cómo está Tae?-

-Ya está mejor, ya no tiene fiebre pero le quedará la gripa por algunos días- JiMin se le quedó mirando, JungKook sentía que en cualquier momento se le haría un hoyo en la ropa por la mirada tan profunda que le daba el mayor. -¿Qué?-

Pregunto cuando comenzó a sentir se incómodo.

-Eres increíble, aún después de lo que ha pasado fuiste a cuidar de él- Contesto el mayor dedicándole una sonrisa. -Ojala existieran más personas como tú, TaeHyung cometió un error pero puedo estar seguro de que pronto se dará cuenta, solo aguanta un poco más- Pidió, el menor asintió aunque estaba confundido.

JiMin le sonrió una vez más y se fue, JungKook se extraño ante el comportamiento del mayor pero aún así una sonrisa se extendió en sus labios cuando pensó en la idea de poder tener un futuro con TaeHyung.

Pero, ¿Qué clase de futuro? A él le gustaría tener una oportunidad de tener una relación de pareja, que TaeHyung le diera la oportunidad de conquistarlo, pero si tenía que conformarse con ser solo su mejor amigo lo haría, por qué lo amaba y el es el tipo de persona que hace lo que sea con tal de que la persona amada sea feliz, así sea a su lado o no.

Suspiró y decidió subir a su habitación, perdió un día de trabajo por lo que no tenía nada que hacer así que decidió darse una ducha, cuando el agua caliente corrió por su cuerpo sintió una relajación increíble.

Dejó que el agua le cayera por unos cuantos minutos, hasta que finalmente decidió seguir con el propósito de eso.

Una vez se enjuagó cerro la llave del agua y se secó el cuerpo, se enredo una toalla en la cintura y puso una pequeña en su cabello para evitar que su cabello escurrirá agua, se vistió con un pans y bajo aun con la toalla en la cabeza.

Se dirigía a la cocina pero su destino cambio cuando el timbre sonó. Abrió la puerta mientras se secaba el cabello con su mano derecha.

-TaeHyung ¿Qué hace...

Fue interrumpido por los labios del mayor que se posaron sobre los suyos, abrió los ojos sorprendido, ¿Por qué rayos TaeHyung estaba allí? Y aún más importante ¿Por qué lo estaba besando?

Intento empujarlo y hacer que se separa pero el rubio tenía más fuerza que él por lo que no lo logro, y sin más remedio correspondió el beso, por qué vamos el amor de su vida lo estaba besando y no iba a desaprovechar esa mínima oportunidad.

Cuando sintió que el mayor aflojó el agarre en sus caderas lo separó. 

-¿Por qué lo haces?-

-Solo, solo quería comprobar algo-

-¿Qué cosa?-

-Luego lo sabrás, adiós Kook- Y así como llegó se fue, el castaño frunció el ceño al darse cuenta que probablemente el mayor solo lo estaba usando, pero no lo sabría al menos de que le preguntara.

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20.10.2018