Capítulo 1

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Noviembre 2017

Esa noche cayó la segunda estrella...

Sentada sobre el techo de su casa, Skylar miraba el cielo, siempre la habían fascinado las estrellas sobre todo cuando descubrió que el día de su nacimiento en el momento exacto en el que ella nació, una estrella fugaz atravesó el cielo y ahora que su padre había muerto solo le quedaba mirar el cielo y preguntarse ¿Por qué? su padre siempre había sido su héroe, su amigo, su guía y ahora la abandonaba de la peor forma posible, el cáncer se lo había llevado en tan solo unos cuantos meses.

Skylar nunca había tenido muchos amigos, no era buena hablando con las personas y menos haciendo amigos, o manteniéndolos; su única compañía durante esos 18 años había sido su padre y ahora no estaba. Nuevas lágrimas volvieron a correr por su cara y con su brazo las limpió cerró los ojos y levantó la cabeza hacia el cielo y cuando abrió sus ojos vio una estrella fugaz atravesar el bosque cercano a su casa, sintió que ese pequeño gesto la llenó de esperanza. Bajó del techo y entró a su cuarto dispuesta a dormir.

Llevaba cerca de 3 horas tratando de dormir, solo podía mirar al techo o a su armario donde descansaba su vestido para la graduación, rendida por no poder descansar salió de su habitación y atravesó el pasillo para llegar al cuarto de su padre, en la pared de éste descansaba un traje con una corbata rosa, del mismo color que su vestido, su padre le había prometido que a pesar de todo él estaría con ella el día de su graduación para acompañarla y ver por ella, pero eso ya no podría ser nunca más, triste y con la cara llena de lágrimas tomó la camisa del traje y se la puso sobre su pijama, se recostó en la cama y abrazó la almohada de su padre inspirando todo el olor que quedaba en ella, le dolía aceptar que ahora esa cama estaba vacía y que nunca volvería a ser de otra manera. Al cabo de unos cuantos minutos y unas cuantas lágrimas por fin se logró quedar dormida, en sus sueños solo veía los mismos ojos, unos ojos azules, los más hermosos que había visto en su vida, en esos ojos había un amor infinito, un amor que era para ella.


Habían pasado dos días desde la muerte de su padre y su rutina se reducía a levantarse, tomar un baño, desayunar, limpiar la casa, salir a caminar al bosque, regresar a casa, leer, comer, seguir leyendo, cenar y dormir. Nada más que eso. Ella siempre había sido una chica solitaria, nunca se había caracterizado por tener muchos amigos, en sus 18 años de vida solo había tenido 2 amigos, una chica llamada Lindsey que iba a su misma primaria pero que se había mudado del pueblo hace muchos años y con la que no volvió a tener contacto, y...su padre; esos eran sus amigos. Y ni hablar de novios, nunca se había enamorado realmente, ni había sentido el latir acelerado de su corazón y ni se digan las mariposas, a pesarse que su padre siempre le había dicho que ella era la chica más hermosa de todo el pueblo ella nunca lo había sentido así, además de que era demasiado tímida como para hablar con un hombre que no fuera su padre.

Se miró en el espejo mientras se acomodaba un rizo rebelde de su cabello rubio, esa noche era su baile de graduación, supuestamente el día más feliz de su adolescencia y estaba sola, no tenía con quien compartir eso, aunque tampoco tenía alegría que compartir; se calzó las zapatillas y salió de su cuarto. No tenía ni un poco de ganas de ir, pero estaba segura de que su padre no hubiera querido que se perdiera esa noche así que entró al cuarto de su padre y tomó el moño quedaría de corbata esa noche y se lo ató en la muñeca a modo de brazalete. justo antes de salir del cuarto se miró al espejo y vio su atuendo completo, sus ojos resaltaban con ese maquillaje, el vestido estaba perfecto y el moño en su muñeca lo hacía especial, sus cabellos rubios estaban recogidos en un moño algo descuidado y su cuello estaba coronado por una única joya que había usado desde el momento de su nacimiento, era una pequeña cadena de oro con el anillo de su madre, miró la mesa de noche y vio el anillo de su padre, sin perder tiempo se quitó la cadena y metió este nuevo anillo en ella, así los tendría a los dos juntos y cerca.

El gimnasio de su escuela, en el que contadas veces había entrado se veía como un verdadero salón de baile, todo estaba limpio, brillante y bien decorado, solo el ligero olor a sudor te daba una pista de lo que realmente era el lugar. Llevaba cerca de 2 horas en ese lugar y estaba completamente aburrida, la fiesta era buena, solo que ella no se sentía parte de, estaba en la mesa de el fondo, cerca de los vestidores y ya había perdido la cuenta de la cantidad de parejas que había visto desfilar hacia los vestidores en busca de un poco de privacidad, todos pasaban por su lado sin siquiera mirarla haciéndola sentir invisible; nunca se había preocupado por su falta de amigos, pero esa noche se sentía más sola que nunca.

Del otro lado del salón junto al Dj, el dueño de los ojos azules con los que Skylar llevaba soñando desde el día en que murió su padre, observaba todo con  una mueca de aburrimiento, siempre le había entusiasmado la idea de estar en un baile de graduación pero ahora que estaba en uno, se sentía completamente decepcionado; no entendía que de interesante o divertido podía ser estar con un montón de adolescentes borrachos bailando sin sentido canciones con aún menos sentido, harto del ruido y el desenfreno de todos se levantó de su lugar y le dió un último repaso al lugar; luces de colores, un lugar maloliente, adornos comprados, bebida de frutas con alcohol, mesas con telas de colores, música asquerosa, adolescentes ebrios bailando, parejas fugándose del lugar para hacer quien sabe que...y cerca de donde desaparecían las parejas...un ángel. Una hermosa chica rubia con la piel más blanca que había visto y los ojos azules más hermosos del mundo, maravillado no pudo quitar su vista de ella. Skylar al sentirse observada levantó la cabeza y cuando sus ojos se encontraron, azul con azul, el tiempo se detuvo ella reconocería esos ojos azules donde sea, esos eran los ojos con los que había soñado desde la noche en la que murió su padre.


Este es el primer capitulo, espero lo disfruten.


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