JongIn había comenzado su carrera artística como bailarín desdes muy temprana edad, asistiendo a academias especializadas en el arte de la danza para poder pulir su talento y de a poco ir creciendo como uno de los mejores bailarines, no solo de Corea del Sur, sino con uno de los bailarines más reconocidos en todo el continente asiático, ganando gran fama y junto a esta, una gran cantidad de fans a las que él se dirigía por el nombre de Erigom.
Durante toda su carrera tuvo la oportunidad de conocer a distintas fans de todo el mundo, llegando incluso a hacer presentaciones en América y Europa. JongIn las amaba con todo su corazón, sin el apoyo de sus fans no sabía que haría, y es que ellas eran su motivación para seguir creciendo como bailarín y ganarse el reconocimiento que quería en cada rincón del mundo, él quería que todos y cada una de las personas que habitarán el planeta lo vieran bailar y gracias a sus fans, ese sueño iba creciendo más y más.
Erigom lo llenaba con regalos, desde muñecos de peluche, ropa, cartas, accesorios, todo lo que fuera posible, ellas se lo regalaban cada vez que hacia una reunión donde se reunía con ellas a convivir un poco y llevar a cabo una firma de autógrafos, donde él mismo las atendía como se lo merecían, con amor. Porque ellas le daban amor a él y JongIn no podía hacer más que darles el mismo amor y deleitarlas con su baile, hacerlas sentir orgullosas de él.
Ellas sabían que él las amaba con todo su ser, se había dedicado a demostrarlo cada vez que podía y eso era suficiente para seguir apoyando a su bailarín preferido, no todos los famosos llegaban a darle semejante trato especial a sus seguidores y ellas tenían suerte de que JongIn, mejor conocido por su nombre artístico, Kai, fuera una persona humilde, alguien a quien la fama nunca se le había subido a la cabeza y pensaba en sus fans todo el tiempo. Ellas sabían que él se esforzaba al máximo para hacerlas felices y que se enorgullecieran de su persona, Kai era maravilloso y ellas se encargaban de dejarlo muy en claro para cada persona que no conociera al bailarín, ellas se aseguraban de darle la mejor imagen posible, la verdadera.
Pero había un fan en especial que lograba llamar la atención del bailarín, ese fan tenía "privilegios" que otras Erigom nunca estarían cerca de tener, y no porque fueran menos que él, sino porque él era el esposo de Kai.
No era un secreto, todo Erigom sabía que Kai estaba casado desde los 23 años con alguien completamente alejado de ser parte del mundo del espectáculo, siempre se le había visto en las presentaciones y firma de autógrafos, acompañando y cuidando de Kai todo el tiempo. Él no era la envidia de Erigom, tampoco era el objetivo de odio ni nada por el estilo, Do KyungSoo siempre había sido muy amable con ellas, él siempre había sido muy lindo con ellas, desde los inicios de Kai y desde que el Fanclub era muy pequeño hasta ahora, donde cuentan con una gran cantidad de seguidoras y cada vez hay que buscar escenarios más grandes para las presentaciones del moreno.
KyungSoo siempre estuvo ahí para Erigom, resolviendo sus dudas e informándoles de todo lo relevante que sucedía con Kai, fue él quien las mantuvo al día de la recuperación del bailarín cuando éste se lesionó y tuvo que estar ausente durante un tiempo. Si bien no era el mánager de Kai, era quien siempre estaba ahí para él y para Erigom.
Se sabía que desde chico había apoyado a JongIn, dándole ánimos para que siguiera y lograra cumplir sus sueños, KyungSoo no era solamente alguien importante para Kai, también lo era para Erigom y todos aquellos alrededor de JongIn, quienes afirmaban que él era un amor de persona, muy amable, educado y atento.
Un dato curioso de KyungSoo era que a pesar de saber cantar y tener una increíble voz, siempre se había negado a ejercer una carrera como cantante, ya que decía que al hacerlo, no tendría tiempo para estar con JongIn y darle la atención, cuidados y amor que éste necesita.
