Parte Única

6 0 0
                                    

...

Fue una semana con un excelente clima, bueno, al menos para mí; soy un fiel admirador de temperaturas en rangos de los 14°-22°, nubes de agua y claramente la lluvia. Mucha gente se queja de que con esos días es imposible salir de casa y se encoraja de quedarse encerrados, yo no; me encanta salir con este tiempo, sólo es cuestión de esperar el momento oportuno en donde la lluvia se convierta en brisa para poder salir a caminar.

Estaba caminado algo desorientado por el pavimento mojado, esquivando la poca gente que venía por la acera. No había salido por alguna razón en particular; sólo quería alejarme un poco de aquel viejo edificio en el que trabajaba y ahora me dirigía de regreso.

La brisa pasó a lluvia de nuevo y tuve que sentarme a esperar a que se calmara un momento, estaba justo en una pequeña banca con la mirada perdida en el caer de la gotas, de repente algo interrumpió aquella tranquilidad; una voz que al principio no pude reconocer.

- ¡Ey! Hola, ¡eres tú!

- Qué tal –instantes después aun sin levantar el rostro mi cerebro hizo un recorrido a toda velocidad hasta llegar con el archivo indicado: el recuerdo indicado. Solo tenía que mirarla para confirmar que fuera ella.

Sorpresa; así se podría describir aquella emoción que experimente, era ella. De todas las personas que pude encontrar en la calle nunca hubiera apostado por ella.

La niña de primero "B" de aquellos apreciados años de secundaria estaba plantada frente a mí transformada en una mujer. Ella, a la que tengo considerada como la primera de quien realmente pude sentir algo. A la que alguna vez confesé mis sentimientos y me dijo que ya tenía a alguien más, ¡es increíble! ¿Cómo una chica de 14 años puede tener a "alguien más"?... bueno, en la actualidad yo pienso que una niña de 12 ya suele usar la frase a la perfección.

Esa chica que fulmino todo con una sola frase y a la que años después simplemente veía como la que estudio en la misma secundaria que yo estaba plantada frente a mí con una enorme sonrisa en su rostro como si hubiera encontrado a un entrañable amigo de hace años (es más, se podría decir que ni siquiera fuimos amigos; yo simplemente era como dice la juventud de ahora, su "stalkeador" a distancia). Yo simplemente en un acto de cortesía devolví la sonrisa.

- Por un momento no te conocí, tuve que esperar a estar lo suficientemente cerca para cerciorarme de que lo fueras.

- Hola, ¿es que acaso tan cambiado estoy? ¿Tan acabado me veo?

- No, claro que no –ella soltó una pequeña risa y me palmeo el hombro-

Algo que tengo que decir sobre esta mujer es que su voz era una característica única en ella; tenía la voz más dulce que había escuchado, cuando reía era un mix de bellos sonidos que no podría describir. Claro, los años habían pasado por ella y se tonaban pequeñas variaciones en sus tonos pero dulce al final de cuentas era.

- Y dime, ¿Cómo has estado? ¿Qué cuenta para ti la vida? – me cuestionó mientras me indicaba que me recorriera un poco para sentarse –

- Pues he estado bien; tengo salud, un trabajo que me da para el día a día.

- ¿Alguna chica? – me miro con misterio –

- No, ahora no tengo pareja.

- ¿Tengo que decir "lo siento" o felicitarte? – de nuevo puso su mano sobre mi hombro y rió – digo, porque ya ves que ahora hasta te suelen felicitar por estar sin compromiso alguno ¿Cómo han cambiado los tiempos verdad?

- Sí, es cierto – la mire directo a los ojos – pero me siento bien, así que creo que tendrías que felicitarme –

- ¡Uy pues felicidades! – soltó una risa un poco más escandalosa –

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 21, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

EllaWhere stories live. Discover now