Destiny

Capitulo 51

Serenity se sentó emocionada en el salón esperando impacientemente alguna noticia, cualquier noticia. No le dijo a nadie lo que Endymion le dijo a través de su enlace anoche. Por la mañana, le preguntó a Andrew sobre cualquier noticia de la guerra, pero como de costumbre, Andrew no respondió. Ya era tarde, casi a la hora de la cena y Serenity pasó todo el día mirando por las ventanas con la esperanza de ver a Endymion volver a casa, pero no pasó nada.

"¿Serenity? ¿Estás bien? Pasaste todo el día sentado frente a las ventanas". La voz preocupada de Terra salió de la puerta de la habitación. Serenity suspiró y se recostó en su silla.

"Estoy bien." dijo tranquilamente.

"¿Estás seguro? ¿Necesitas algo? ¿Agua o té?" Terra preguntó caminando al lado de la otra chica y poniendo su mano en su hombro, ella le sonrió gentilmente.

"No, estoy bien". Serenity le devolvió la sonrisa a Terra agradecida.

"¡Muy bien, entonces! ¡Solo quiero que ambos estén saludables! ¡Oye, pequeño! ¡Esta es tu tía! ¿Cómo te sientes ahí?" Serenity no pudo evitar reírse al ver que Terra se inclinaba sobre su estómago y le hablaba con afecto.

"¡En serio, tengo que preguntarle cuando sea mayor si recuerda algo de lo que hablaron!" Ella rió acariciando su estómago redondeado.

"¿Por qué? ¿Quieres decirme que no puede oírnos?" Terra frunció el ceño ante la desaprobación de su amiga. "¡No te preocupes por tu madre! ¡Sabemos que puedes escucharnos!" Le dijo al estómago de Serenity riéndose.

"Por supuesto que él puede oírte." La Serenity se rió entre dientes. "Pero sí sabes que él no te entiende, e incluso si lo hace, no puede responder". Ella sacudió su cabeza.

"Humph". Terra olfateó, pero la risa se reflejó en sus ojos. "¿Sabes cómo le llamarías?" preguntó de repente.

"Darien Endymion" dijo Serenity con confianza. Endymion y ella nunca hablaron de nombres, pero la primera noche que pasó sin Endymion después de que él se fue a la guerra, soñó con su futuro. Sobre un futuro, donde todos vivían felices con sus amantes, Kunzite y Mina, Jedite y Rei, Nephrita y Lita, Zoisite y Ami, Sphiro y Terra. En su sueño, mientras ella felizmente tomaba de la mano a Endymion y caminaba por el jardín, un pequeño niño de ojos azules y pelo negro corrió delante de ellos. Parecía un mini-Endymion pero con ojos azules más claros. Cuando el niño pequeño se volvió y les sonrió, Endymion lo llamó alegremente ... Lo llamó Darien.

"Es un bonito nombre". Terra sonrió.

"Lady Serenity, Lady Terra, la cena está lista". La cabeza de Molly apareció en la habitación. "Suzan y Aida encontraron un poco de chocolate e hicieron tu favorito. Choco-pudding". Ella les guiñó un ojo.

Los ojos de la niña se iluminaron. Desde que comenzó la guerra, rara vez tenían la oportunidad de comer algo exótico como el chocolate. "¿Qué estamos esperando?"  Terra preguntó y la niña de alado se fue riendo. En los tiempos difíciles de la guerra  Molly, Suzan, Aida y Andrew eran como una familia para los Reales y actuaban como tales. Suzan y la reina Gaia pasaron mucho tiempo juntos hablando de las jóvenes como dos madres. Aida, Molly, Terra y Serenity pasaron el tiempo soñando despiertos y charlando felices como buenas hermanas o primos, y Andrew era como un hermano mayor y protector.

Después de la cena, Serenity permaneció despierta mucho tiempo, mirando por las ventanas, esperando ver a Endymion cabalgando hacia el palacio. Después de la medianoche, la reina Gaia la ordenó acostarse y la joven princesa se quedó dormida con el corazón triste y preocupado.

A la mañana siguiente, Serenity le exigió a Andrew que le contara sobre la situación de la guerra. El repentino arrebato de la princesa, normalmente tranquila, sorprendió al hombre, pero no pudo decir nada. Serenity golpeó la puerta con furia detrás de ella, y se dirigió a la habitación donde tenía la mejor vista del bosque que rodeaba el palacio. Las horas transcurrieron sin incidentes. Ella se preocupó más y más. ¿No dijo Endymion que tuvieron la pelea ayer por la mañana? Ella pensó preocupada. ¿Qué pasa si algo sucedió? La tarde llegó y pasó. Estaba renunciando a la esperanza cuando de repente todo su cuerpo se congeló, sus ojos se ensancharon. ¡Había un enorme caballo negro galopando hacia el palacio! Saltando de su silla, ella miró al hombre en la distancia. Sin embargo, su corazón saltó de dolor cuando la visión desapareció. Enfadadamente apartándose de las ventanas, Ella cerró los ojos con fuerza. Sus hormonas y su imaginación jugaban cruelmente con ella.