— No es lo que yo quiero — Le dije y cerré la puerta del carro muy fuerte, ese que había comprado Clariolett antes de irse y dejarnos a papá y a mí totalmente solos. Algo que sin duda jamás le perdonaré y nunca olvidaré, desde que se marchó y nos dejó el gran significado que ella tenía para mí había desaparecido por completo.
— No es lo que tú quieras y eso lo sabes — Dijo papá metiendo las últimas maletas en la cajuela. No tenía escapatoria, sí, iba a mudarme y no podía hacer nada para impedirlo. Ahora iría a un lugar que para mí era completamente extraño, no conocía a nadie y digamos que tampoco me interesaba hacerlo. Miré a papá con aquellos ojitos que solía hacerle cuando de pequeña quería algo y lo único que quería en ese momento era no irme. — Oh no Mia, hoy tus ojitos tentadores no funcionan — Dijo y suspiró, poniendo en marcha aquel viaje largo y que yo no quería hacer.
— No esperes que vaya a una escuela de fachas — Le dije mientras cambiaba mi vista de al frente hacia la ventana. No podía ir a una escuela de fachas, ya suficiente triste era dejar la mansión que nos había dejado el abuelo por irnos a vivir a una cabaña, lujosa sí un poco, pero de igual manera no dejaba de ser una cabaña en dónde podía encontrarme con cualquier tipo de bicho o algún animal salvaje. La cabaña no es lo peor, mudarme significaba dejar todas las fiestas, los amigos, las compras, los lujos y cualquier otro gusto que yo quisiera darme. Todo esto era por ella, por Clariolett. Después de habernos dejado a papá y a mí, nos dejó todo lo que queríamos menos su presencia y aunque eso es triste, no es lo peor, Clariolett se fue y formó otra familia en la cuál nunca me incluyó, formó otra vida y para mi gran suerte yo no estaba en ella y como es evidente a ella no le importaba que yo estuviera.
— No irás a una escuela de fachas, pero por favor compórtate y deja de ser tan arrogante. Y por cierto Mia, hay algo que no te dije - Lo miré y arrugué la frente aún sin entender nada. — Verás a Clariolett. Todos quieren verte - Sonrió.
— ¿Bromeas? — Le pregunté queriendo que todo fuera una broma de mal gusto. ¿Cómo iba a ver a la mujer que me había dejado, me había excluido de su vida por completo y durante nueve años ni en una sola navidad me llamó, ni en un cumpleaños ¡Ni en nada! Como iba a hacer para verla? Miré a papá y con su cabeza me hizo señal de negación. Mi respiración se cortó, empecé a sudar frío y mis manos no dejaban de temblar, por un momento todo se hizo negro y recordé aquella tarde, aquella tarde en la que ella se había ido y yo jamás supe si volvería a verla o no.
*FLASHBACK*
Desde mi habitación se escuchaba papá llorando y gritando, me alteré mucho entonces hice lo que siempre hacía mientras papá y Clariolett peleaban. Bajaba las escaleras y les miraba, era la única manera de hacer que pararan de discutir, pero por alguna razón no lograba entender por que Clariolett tenía maletas a los lados y estaba llorando, papá se sujetaba a una de sus piernas y le decía en un profundo llanto; "No nos dejes, ¡somos tú familia Clariolett!" Entonces Clariolett le miró, tomó su brazo y lo levantó del suelo mientras que papá no dejaba de llorar. Clariolett le miró a los ojos y le dijo; "Ya es tarde para que me pidas que no te deje, te dí lo mejor de mi Marcus, ya no hay marcha atrás." Entonces ella me miró y se acercó, dio un beso en mis pequeñas manos y salió por la gran puerta, donde mientras la cerraba vi que un hombre le esperaba con una sonrisa. Papá limpió sus lagrimas y me abrazó, no entendía nada ¿Qué había pasado, quién era ese hombre, por qué papá lloraba y por qué ella llevaba maletas?
Luego de que papá dejara mi pequeña blusa llena de sus lagrimas, mocos y sudor se levantó y me dio un beso, me dijo que iríamos a comer y aunque aún no entendía nada sonreí, siendo una niña de ocho años no entendía que había sucedido y habían cosas más importantes como los juguetes.
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Tan típico tú
RomanceA Mia la persiguen cientos de problemas, incluyendo muchos de su pasado, nunca ha creído en el amor y ella cree que la aparición en su vida de un chico no será la excepción, aunque como muchas veces Mia sigue cometiendo errores y uno de ellos es ena...