》S T A G E 《 diabolik lovers

Capitulo #15

Comienzo a tener un mal presentimiento, últimamente he soñado con mi infancia como si me estuviera advirtiendo sobre algo que va a pasar

La mansión Sakamaki estaba en silencio uno normal para todos en la mansión excepto por una mortal la cual buscaba respuestas, que no podia obtener, todo era un gran rompecabezas en su cabeza uno que no podía resolver

-¿Se te ofrece algo, Ayato?- fue lo primero que salio de la boca de la castaña al sentir la presencia de su primo, mientras que el peli-rojo veía como su prima trataba de demostrar tranquilidad en vano

-No tienes que fingir mas, Guees, se que mi presencia te aterra- hablo burlonamente, los puños de Guees se cerraron involuntariamente, no dijo nada, prefería quedarse callada a liberar la furia de su primo, Ayato por su parte se recargo en la pared de en seguida, buscaba sentirse cómodo para poder "disfrutar" lo que estaba por venir

-Me siento tranquila- susurro Guees cerrando sus ojos y tratando de convencerse a si misma que eso era cierto

-No, no lo estas, estupida -la burla era clara, se reflejaba en la voz de Ayato, y Guees no se quedaría viendo como su primo la humillaba, con elegancia Guees se levanto de su asiento dirigiéndose con cautela a la salida pero antes de llegar a esta una mano en su brazo la detuvo- ¿Que? ¿huiras como la cobarde que eres?- pregunto burlón el oji-verde, Guees se tenso ante el toque viendo a su primo con el ceño fruncido hablo

-Sueltame- su voz denotaba impotencia aunque tratara de ocultarlo sonando firme. Ayato rió sin poder evitarlo, se acerco a su cara lentamente y cuando solo los separaban unos centímetros, sonrió maliciosamente viendo como el cuerpo de la adolescente frente a el comenzaba a temblar

-No- susurro jugueton, ahí fue cuando Guees hizo lo que nunca imagino hacer, golpear a su primo, su mano se movió por si sola, el puño impacto contra la cara de Ayato sin compasión, fue como si ese golpe lo estuviera reteniendo de años. Ayato por su parte no podia creer lo que acababa de pasar pero fueron en segundos cuando la sangre de el comenzó a hervir, su pecho comenzó a subir y bajar rápidamente, sus ojos se cerraron tratando de controlarse y su sonrisa se torcio, el agarre en el brazo de Guees se intensificó y cuando ella trato de soltarse solo tratando de huir de la bestia frente a el, este se quebro, Ayato pudo oir perfectamente como el hueso crujia, como su prima gritaba y como pasos rápidos se alejaban de la habitación, mas no le importo, Ayato tenia a su objetivo frente a el, no desperdiciaria el momento, con un golpe en seco Guees cayó al piso inconsciente

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La castaña abría lentamente sus ojos sintiendo como su cuerpo dolia, lentamente Guees levanto su torso de la suave cama donde estaba, miro como sus piernas estaban amarradas con sogas, su cabeza comenzó a recordar lo que había pasado, miro su brazo dandose cuenta que este estaba roto, recorrió su cuerpo con la mirada, tenia hematomas en su pecho, cintura, cuello y brazos, el miedo comenzó a crecer en su pecho al darse cuenta que no tenia su blusa puesta, inconscientemente el cuerpo de Guees comenzó a temblar, recorrió el cuarto con la mirada encontrándose con la mirada maliciosa de Ayato, el cual salia entre las sombras de su habitación, sin poder evitarlo su cuerpo reacciono rápido sus manos se dirigieron a sus piernas pero antes de llegar a estas una voz la detuvo

-Si intentas escapar mordere fuertemente tu cuello, aquel que no ha sido mordido por mas de un siglo, Guees- y con esas palabras Guees se detuvo, miro como su primo la veía con satisfacción

-¿Q...que es lo q..que quier..es?-la sonrisa sarcástica de Ayato fue lo que mas aterro a Guees

-Dirvertirme- sin poder evitarlo el cuerpo de Guees se estremecio, la ultima de vez que Ayato se había "divertido" con Guees había terminado con 2 lesiones y hematomas por todo su cuerpo, teniendo que curarse ella sola, Guees pudo apreciar como Ayato llegaba hasta donde ella, tomando bruscamente su mentón y alzandolo para que la castaña lo viera directamente a los ojos, mientras que con su otra mano sujetaba fuertemente su cintura- Eres mía- susurro Ayato maliciosamente, los ojos de Guees se movieron por todas partes tratando de buscar alguna salida, y al no encontrar no dudo en gritar

-¡Subaru!- y aunque Guees odiara depender de Subaru, cuando el miedo consumía su cuerpo era lo único que podía hacer, la risa ronca de Ayato confundió a la Sakamaki quien ya no luchaba contra zafarse ahora veía a su primo con atención

-Veremos cuanto se preocupa por ti, Subaru- con un jalón Ayato quito las sogas de las piernas de su prima y abrazandola fuertemente contra su pecho para que no escapara se teletrensparto sonriendo satisfecho al ver como su plan iba de bien a mejor.
Guees hubiera preferido no ver esa escena jamas, los golpes en su cuerpo no se comparaban al dolor que sentía al ver y escuchar lo que estaba pasando frente sus ojos, ver a Subaru entregandole la daga a Yui, y no, no era cualquier daga, era la daga que Christa le había regalado a Subaru, con el fin de protegerse a el mismo y a su prima, el corazón de Guees se partía en pedazos, veía fijamente a Yui y a Subaru mientras las lagrimas caían silenciosamente por sus mejillas

¿Que tiene de especial ella, Subaru?

-Porfavor..- rogó la pequeña en un susurro, ese era el peor castigo que le podían poner, el peli-rojo un poco cansado y aburrido suspiro teletransportandose nuevamente a su habitación, donde sin compasión avento a su prima a una esquina, Guees no reacciono ante esto en realidad ni reacciono estaba demasiado aturdida como para reaccionar, su primo la miro con desdén mientras caminaba hasta su ventanal

-Ponte algo, luego te podrás ir- y como si fuera robot, Guees tomo su blusa y se la puso caminando hasta su habitación, al llegar lo primero que hizo fue quitarse su blusa nuevamente, viéndose en el espejo, Guees sabia porque Ayato le quitaba la blusa, a el le encantaba ver los hematomas que el provocaba en el cuerpo de Guees como si fueran una obra de arte, sin poder evitarlo una lagrima cayó por su mejilla, viendo en su reflejo como sus ojos se volvían mas opacos, no expresando nada