Prólogo.

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La lluvia cae sobre el ventanal roto, está se tiñe de rojo. Los charcos de agua sucia comienzan a mezclarse lentamente, el grito del pequeño se deja escuchar irrumpiendo la madrugada.

Las personas comienzan a salir de sus hogares a observar con morbosidad el espectáculo. Un chico pelinegro, arrojado desde el ventanal del 5to piso, ensartado a la valla que protege de los exteriores el hogar, con vidrios incrustados en su cuerpo.

Y arriba observando todo, un pequeño niño, con una daga ensartada en la mejilla sólo lo observa riendo.

Hambre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora