Sinfonía

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El gozo rebosaba de su pecho al ver como el mayor acariciaba las teclas, produciendo así una cadencia musical, anunciando el fin de aquella placentera obra.

Haechan sonrió cuando Mark posó su vista en él, frotandose las manos y alejándose del piano, el mayor le devolvió la sonrisa, igual de vivaz y llena de energía.

-¿Hace cuanto estás aquí? -preguntó. Haechan no supo que responder, aquel lugar era como un cuarto del tiempo, el moreno siempre perdia la noción de este en el momento en que ponía un pie en el estudio y se dejaba embriagar por la melodia que salía del piano de Mark. Podían pasar incluso horas, con el chico sentado en una esquina solo escuchándolo, jamás se aburriria de ello.

— No lo sé, no miré la hora al entrar. — Haechan observó como el muchacho recogía sus cosas y las guardaba en el bolso, que luego se colgó en el hombro izquierdo.
Mark volvió a sonreír, pasando su brazo derecho por los hombros del menor, dejando un pequeño beso en su mejilla.

—Te he dicho que me puedes avisar cuando llegas, además no es necesario que me recojas siempre, no soy un niño pequeño.

—No quería interrumpirte, me gusta cuando tocas como si tu vida dependiera de ello.—repuso Haechan, bajando el brazo de Mark para así entrelazar su mano con la de él-es diferente a las presentaciones, acá hay más pasión y sentimiento.

—¿No te gustan mis presentaciones? —el mayor enarcó una ceja intentando verse ofendido y enojado, lo cual era imposible en ese momento.

—No dije eso, amo tus presentaciones... Pero cuando tocas estando sólo puedo notar que surgen más sentimientos de tu cuerpo; cuando estas sobre un escenario con un público solo salen pequeñas partes de ello.

Mark negó con una sonrisa, antes de dejar otro beso en la mejilla del chico.

Tiempo atrás, Mark no hubiera imaginado que una persona como Haechan llegara a su vida, el menor era tan alegre, tan optimista... Solo una mirada a él bastaba para que el sol apareciera, sacando fuera a las nubes negras. Era tan diferente. Mark era como un castillo de arena construido a la orilla del mar, el cual en cualquier momento podía ser destruido por el agua.

Pero luego, Haechan lo había visto a él, él había visto a Haechan y todo había cambiado.

El menor había ido a uno de los concursos de piano en el que participaba, el mejor amigo de este también se presentaba allí y Haechan no se esperaba que toda su atención fuera captada por el chico de traje carmesí, el cual, con solo su entrada en el escenario había logrado erizarle la piel y dejarlo anonado.
El público no lo había apreciado igual y el jurado menos, Mark ni siquiera había conseguido entrar en los primeros puestos... Pero Haechan había logrado ver a través de él, notando algo diferente al resto.

Así que había averiguado con Chenle su nombre y lo había investigado por completo, siguiéndolo a todos y cada uno de los concursos en los que este participaba. Su amigo era muy bueno en acompañarlo cuando no concursaba también, pero se ofendia cuando lo hacía y Haechan no lo animaba a él.
Entonces un día, cuando Mark sumido en lágrimas había salido del escenario, Haechan lo había seguido a los baños, él también se encontraba llorando porque sabía que en ningún otro lugar se encontraría con una armonía tan melancólica y hermosa. A Haechan no le importó el que Mark no lo conociera cuando se tiró sobre él para abrazarlo y consolarlo; no sabía de qué, pero necesitaba hacerlo, había desarrollado una necesidad de protegerlo. Mark se había sentido seguro en los brazos de en aquel entonces extraño, quien, como si fuera un castillo de arena a punto de desmoronarse, se había encargado de arreglarlo e incluso, embellecerlo y con el tiempo, se había encargado de darle las fuerzas suficientes para seguir en pie.




~×~
Si hay algún músico por aquí le pido de antemano que me perdone si hay algún error pero esto surgió y no podía no escribirlo.
Aquí llego con mi historia random Markhyuck bc amo el Markhyuck.
Perdón por los errores e incoherencias, besos.

Falling Apart [Markhyuck / Markchan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora