Bajo la luna

29 0 0
                                    

En su mente retumbaban las palabras de su padre, sintió que aquellas palabras de ánimo entraron en su corazón como una flecha encendida en llamas, llegaron en el momento mas indicado, en el momento que mas lo necesitaba, un sentimiento de confusión recorrió todo su cuerpo y la sensación de haber sentido afecto fue por lo menos extraña.

_______________________________________________________________________________

— ¿Estás bien, Wallace? —Akil sonrío, dejó caer su mano sobre el hombro de Wallace—

— Es la primera vez en muchos años que mi padre me trata...—su voz enflaqueció, no pudo terminar su frase.

— No puedo entenderte, supongo que se debe a que ami nunca me hizo falta cariño. Solo, espero que eso lo tomes como un...—rascó su barbilla un poco incomodo.

— Tranquilo, no tienes que forzarte a "consolarme", realmente no estoy triste, de hecho, estoy feliz de que nuestra relación esté mejorando.

— La vida da muchas sorpresas... muchas sorpresas. Te dejo, supongo que ambos tenemos cosas que hacer. —Akil dio una palmada en el hombro de Wallace, abrió la puerta y se fue.

— Está bien, adiós. —murmuró Wallace, se acercó a la hamaca y se recostó, miró hacía el cielo— Ojalá todas las noches fueran iguales.

________________________________________________________________________________

Entró caminando cabizbajo por el pasillo, allí se encontraba Sylvana, una chica italiana con la que Wallace solía mantener largas conversaciones y con quien tenía una relación bastante afectuosa, a pesar de ello, nunca había pasado de ser una simple amistad.

— Buon giorno Wallace! ¿Qué pasa? — detalló en el rostro del chico una mirada perdida— nunca te había visto tan... ¿extraño?.

— Ahora tengo muchas cosas que pensar. —  dijo entre dientes Wallace y luego sopló su cabello que ya cubría uno de sus ojos.

— Sabes que puedes hablar conmigo. Siempre estaré para ti cuando me necesites. —dijo un poco nerviosa.

— Lo sé. Podrías acompañarme esta noche, iré a acampar ¿quieres ir?

— ¿Davvero? —interrumpió Sylvana con una evidente emoción.

— Si —sonrió levemente— ¿Paso a las ocho? Sabes que tengo tiempo... limitado. —su sonrisa desapareció desenmascarando su verdadero estado.

— Cl..aro —tragó saliva, ahora más desanimada— te espero.

______________________________________________________________________________

La noche era fría, una perla en el cielo lucía más encendida de lo normal, su presencia era cual oso de felpa para un infante, calmaba el corazón del abrumado Wallace que seguía escudándose tras una sonrisa para no transmitir su dolor a Sylvana, que se veía bastante cómoda al pasar tiempo con él. El camino hacia el bosque era largo, por lo que era necesario mantenerse comunicados para no crear un ambiente denso y cuando esto pasaba, la radio cual salvavidas entraba y llenaba esos silencios.

— Me gusta pasar tiempo contigo, de verdad, me haces sentir muy bien. — suspiró Wallace— No encuentro mejor forma de gastar lo que me queda.

— Odio cuando te pones así, sabes que aun te queda mucho que hacer, solo... No te des por vencido tan rápido. Solo tienes que encontrar algo que te haga feliz, involucrarte en cosas diferentes.

— Sí, pero ya sabes, la presión de no haber hecho lo que mi padre quería que hiciera, todo lo demás que cargo en este momento...-mordió su labio- No estoy seguro de poder con esta carga.

— Sé que podrás con ella, solo encuentra un motivo para seguir...

......Donde viven las historias. Descúbrelo ahora