Era hoy, el día de irse, nunca me había sentido mas triste, dejar todo e irme. Adiós a mis amigos, a mi casa, a la ciudad en la que nací. Mi madre entro por la puerta para avisarme, el desayuno estaba listo asique me levante sin ganas y me dirigí al baño para darme una ducha fría ya que era verano y hacia un calor horrible. Salí y me puse la ropa que había preparado la noche anterior, algo cómodo y sencillo para el viaje, unos pantalones cortos y una camisa básica blanca. Me peine mi pelo moreno dejándolo liso, pero decidí ponerme una coleta alta dejando algunos pelos que cayeran por la rostro. cogí mi maleta y mi móvil y fui hacia la puerta, me di la vuelta observando por ultima vez mi habitación, suspire antes de salir de allí y bajar las escaleras.
- Estas lista Talia?.- Mi madre era una mujer joven, con el cabello rubio a diferencia del mio que lo herede de mi padre. Por esto nos mudamos, mi padre murió hace tres meses y esta ciudad le trae muchos recuerdos a mi madre asique decidio dejarlo todo atras y empezar una nueva vida con nosotros. Tambien le habian ofrecido un trabajo de fotografa, ese habia sido sueño y asi lo cumpliria, yo queria lo mejor para ella por eso accedi.
- Si mama, solo me falta desayunar y listo.- en ese instante bajo mi hermano gritando como siempre.
- Mama de verdad tenemos que irnos? Carlos y yo íbamos a ir al puente que dicen que hay tesoro enterrado.- Daniel tiene ocho años y tiene mucha imanación y esa es causa de muchas burlas de sus compañeros de clase, por suerte conoció a Carlos, un amigo suyo desde pequeño.
- Dani aquí estas, ya te arreglaste cariño? ve a despedirte de Carlos que nos vamos.- como siempre lo ignoraba, ya se acostumbraba a ese tipo de comentarios.
- Jo mama! yo no me quiero ir.- añadió un puchero a sus palabras. Tenia un amigo y si lo dejaba quien sabe volveria a tener alguien que lo aprecie de verdad.
Sonó el timbre de la puerta y Dani corrió a abrir a su amigo.
Mire mi móvil tenia varios mensajes de mis amigas diciéndome lo mucho que me quieren y que me echaran de menos. Me va a dar mucha pena irme pero haré una vida nueva quien sabe.
- Mama podemos llevarnos a Carlos? Hemos estado hablando y se quiere venir.- puso unos ojos de cachorrillo a los que nadie se puede resistir pero mi madre lo hizo.
- No digas tonterías y despídete que nos vamos ya.
Mi madre estaba muy estresada asique la ayude a guardar las cosas y salimos de la casa, me senté en el asiento del coche mientras Dani se despedía puse música. Mi madre arranco el coche y nos fuimos de allí.
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Al lado os dejo una imagen de Talia. Espero que os guste mi libroo
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Viaje sin rumbo
Novela JuvenilTalia, una chica de 18 años se va de su ciudad natal para mudarse a otra donde conocera al chico mas popular de la escuela pero un accidente los separara quizas para siempre.