Hoy me he levantado muy cansada, ayer tuve un día largo en el viñedo de mi abuelo, pero no debo quejarme ya sabía que esta sería mi vida si quería trabajar con él. Si, trabajo con mi abuelo, desde que era una niña vivo con mis abuelos maternos, si se preguntan dónde están mis padres pues debo decirles que mi madre falleció el día que yo nací, mi padre en un ataque de pánico al saber que debía cuidar de una bebé se fue y me dejo con mis abuelos, siempre que preguntaba por él me decían que estaba comprando leche, parecerá tonto pero lo esperé por muchos años. Ya saben, era una niña inocente pero ya entendí que me abandonó.
En el pequeño viñedo de mi abuelo he pasado los mejores días de mi vida, mi infancia fue la mejor parte, vivir en el campo es muy divertido, iba a una pequeña escuela en bicicleta, jugaba con los niños que vivían cerca de la casa y mejor aún, pasaba en el viñedo ayudando a mi abuelo a plantar vides para la producción de uvas de mesa o de vino. Las plantaciones de uva para vino eran tradición en mi familia, este viñedo era de mi tatarabuelo, luego pasó a mi bisabuelo y ahora está en manos de mi abuelo Federico. Del cual, aprendí muchas cosas, hasta el punto de trabajar aquí cada día de mi vida hasta la luz de hoy, no me quejo de nada; en mi trabajo aunque todos mis compañeros sean hombres, me la llevo bien con ellos. Trabajar con mi abuelo es una forma de agradecerle lo mucho que han hecho por mí. Últimamente intento trabajar el doble, las cosas no van muy bien aquí, los últimos cultivos han sido un desastre y nos hemos visto afectados económicamente, hace unos días escuche a uno de los trabajadores decir que mi abuelo quería cerrar el viñedo, que la situación no parece mejorar, he intentado hablar sobre el tema con él, pero siempre lo evade.
- que vamos hacer Federico, el Banco nos negó el préstamo.
Voy bajando las escaleras y me quedo inmóvil al escuchar esa extraña conversación.
- lo pensé muchas veces y creo que es hora de vender el viñedo.
¡¿Qué?! Venderlo no, eso no puede ser posible
- ¿venderlo Federico? Debe haber otra solución.
- si abuelo, debe haber otra forma, no puedes vender el lugar por el que has trabajado toda tu vida.
- mi niña, ¿desde cuando estás ahí?
- eso no importa, sólo sé que no puedes vender tu viñedo, no puedes.
- vamos Nicole, sabíamos que esto en algún momento tenía que pasar, mañana hablaré con los trabajadores y cerraré el viñedo hasta que aparezca un comprador, ellos entenderán.
Creo que nunca me había sentido tan triste, ese lugar significa mucho para mí, no puedo permitir que sea vendido, algo debo hacer.
- ven, siéntate aquí y hablemos
Mi abuelo señala el espacio vacío junto a el
Hago caso omiso y en un arranque voy hasta mi habitación, me siento en el borde de la cama mirando al piso como si ahí fuera a encontrar una forma de ayudar a mi abuelo. Vamos Nicole piensa, tienes que hacer algo... no puedes quedarte aquí esperando que un milagro ocurra, ¡tienes que hacer algo! Me pongo de pie y busco entre mis cosas una pequeña maleta, quizás si me voy a la ciudad pueda conseguir un empleo, puedo limpiar casas o hacer cualquier cosa, de algún modo puedo ayudar, no quiero ser una carga para mis abuelos, todo lo contrario quiero que sienta que puedo ser de mucha ayuda.
- ¿qué haces Nicole?
Mi abuela aparece en mi habitación y me observa extrañada
- yo... estoy empacando mis cosas
- ¿a dónde vas?
- abuela, voy a la ciudad necesito buscar alguna forma para ayudarlos, no puedo quedarme aquí de brazos cruzados viendo como mi abuelo vende el viñedo, necesito ir...
- tú no vas a ningún lado, Federico no estará de acuerdo con esto.
- hablaré con mi abuelo, el entenderá.
Salí de la habitación y me dirigí hasta la sala de estar, ahí estaba mi abuelo tomando su taza de té. Caminé hasta él y me senté a su lado.
- ¿me vas a pedir algo verdad?
- no, no te voy a pedir nada.. o quizás si
El me observa y hace un movimiento con su cabeza para que yo siga hablando
- es que.. bueno, yo lo he pensado y me voy a la ciudad
- ¡¿te vas?!
- espera, no quiero que mal entiendas, yo quiero ir a trabajar, quiero ayudarlos. No puedo quedarme aquí viendo como vendes el lugar por el cual has trabajado tanto, yo más que nadie sé lo importante que es este lugar para ti.
- ¿estas segura que quieres irte?
- sí, estoy segura que puedo ser de mucha ayuda para ustedes, sólo dame tiempo, no vendas el viñedo, por favor.
- no tienes que hacerlo, encontraremos una forma de arreglar esta situación
- por favor déjame hacer algo por ustedes
Lo observo tratando que el sienta que realmente quiero intentarlo
- está bien, pero...
Me lanzo a mi abuelo y le doy un fuerte abrazo, siento como intenta controlar sus lágrimas.
- ¿Dime como harás? New york es una ciudad muy grande para una chica del campo. Tú no conoces a nadie allá, estarás expuesta a muchos peli..
- conozco a alguien. Recuerdas a Carla, mi amiga de la escuela, ella puede ayudarme, tengo su dirección estoy segura que estaré bien.
Carla se fue a la ciudad hace un tiempo, sus padres la enviaron para que fuera a la Universidad, sólo en vacaciones nos vemos y la última vez que la vi me dio su dirección por si algún día quería ir, y ese día llegó.
Termino de hacer la maleta y voy en dirección a un pequeño cajón que está al lado de mi cama, saco algo de dinero que ahorré, espero que me sea suficiente.
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NOTA:
Si has llegado a este punto quiero darte la bienvenida y agradecerte por leer el inicio de una gran historia, por favor déjame tu comentario ¡me ayudan mucho!
SI no has leido mi primera historia te invito a hacerlo, puedes encontrar el enlace en mi perfil de intagram @susan.nicol.diaz
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Soy una chica (TERMINADA) AHORA EN DREAME
RomanceEsta es la historia de Nicolle Fiore, una chica de 23 años que por un giro del destino termina trabajando para Christopher Golden; dueño de Golden Wine, una de las industrias más grandes de producción y distribución de vino de todo el país, pero est...