Two Loves » Sinrin + Wonha

09

Al día siguiente, la mamá de SinB estaba sentada en la cocina esperando a que su hija bajara. Pasó el tiempo y SinB no bajaba.

Al ver que su hija no venía, se levantó y subió a la habitación ella. Antes de entrar, llamó a la puerta, pero no hubo respuesta, una vez que entró, se encontró con que su hija seguía durmiendo.

Su mamá tenía una sonrisa maternal, echaba de menos a su princesita, a su niña, que ahora era una mujer casi adulta. Se sentó en el borde de la cama y lentamente acarició el cabello de su hija antes de dejar que su pulgar acariciara la mejilla de la niña con afecto. Echaba de menos hacer eso, no quería mostrar su lado dulce a SinB porque necesitaba que ella se comportara como un adulto. Quería que su hija fuera fuerte y que pudiera soportar cualquier peso sobre su hombro, ya que cuando terminara sus estudios, heredaría su compañía. Por eso siempre ha sido muy estricta y dura con ella.

Después de un rato, SinB se frotó lentamente los ojos, al ver a su mamá frente a ella se sorprendió y casi saltó de la cama.

"¡¿Mamá?! ¿Qué estás haciendo aquí? dice SinB, pensando que estaba soñando.

"¿Qué estoy haciendo aquí? ¡¿Qué hora es?! ¡Llegas tarde a clases! Dormiste tarde ayer?", preguntó su madre aprovechando la situación, era mejor que SinB creyera que estaba aquí para despertarla que para disfrutar de un dulce momento con su bebé dormida.

"Mamá, ayer tuve problemas para dormir..." dijo SinB mirando su reloj en apuros. "Oh Dios mío!!!!" Entonces ella saltó de la cama y se vistió tan rápido como pudo. Se despidió rápidamente de su madre y se fue de la casa a toda prisa.

La razón por la que se apresuraba tanto no era porque llegaba tarde a clase, sino porque prometió encontrarse con Yuju. Una vez allí, vio a la chica sentada en su mesa habitual riéndose de nuevo con el dúo. SinB se acercó lentamente a ellas tratando de ver lo que estaba sucediendo. Supuso que Sowon y Eunha se estaban molestando de nuevo por cosas estúpidas.

"Yah Eunha, ¿por qué me robaste el lugar?" preguntó Sowon de pie al lado de la niña bajita, con los brazos cruzados en el pecho. La chica alta parecía molesta y se veía muy impresionante. SinB sabía que nunca intentaría hacer enojar a Sowon. Esa chica parecía que podía luchar contra un ejército.

"¿Cuál es tu lugar?" Eunha no tiene miedo de Sowon. SinB se preguntaba cómo se hicieron amigas, siempre estaban peleando por algo, y a pesar de que Sowon era más alta que Eunha, la chica bajita siempre encontraba la manera de conseguir todo lo que quería de Sowon.

"Pero siempre me siento frente a Yuju!!!" argumentó Sowon como si fuera evidente. Nunca asignaron lugares, no eran niños, pero Sowon siempre se sentaba allí, y nunca antes había sido un problema.

"No ves que ya lo ocupé?" Dice Eunha mientras volteaba los ojos ante la actitud infantil de su amiga.

"¡No me importa! Yo soy la que se sienta frente a Yuju!!" dijo Sowon comenzando a hacer pucheros. Todavía tenía los brazos cruzados sobre el pecho y parecía decidida, no se movió hasta que Eunha le devolvió el asiento.

"¡Yah, y para que sepas, eres mayor que nosotras! ¡¿Por qué estabas haciendo pucheros?! ¡Deja de actuar como si fueras linda! No te queda nada bien" - respondió Eunha mientras comía su merienda matutina-, decidió ignorar a la gigante que estaba a su lado.

"Yah!! Soy súper linda, ¿de acuerdo? ¡Mucha gente desea poder ver mi Egeo! Alégrate de poder verlo", dice Sowon, super orgullosa de sí misma.

"HAAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!!" se rió Eunha burlándose de la chica alta. "¡¿Tu lindo aegyo?! Oh Dios mío, la jirafa me hace reír!!!!" Eunha se reía a carcajadas mientras sostenía su bocadillo y Yuju se unió a ella.

Mientras Eunha se reía, Sowon la miró con desprecio y decidió robarle el bocadillo. Lo robó y mordió rápidamente, levantando el brazo en el aire para que Eunha no pudiera sacárselo.

Eunha se levantó y trató de saltar para alcanzar la comida, pero Sowon era muy alta. "¡¡¡Sowon!! ¡¡Ese es mi desayuno!!!" Eunha se quejó sentada en el sitio de Sowon.

"Pft, eres tan pequeña que no te cabe mucha comida de todos modos", dijo Sowon indiferente antes de dar el último mordisco.

Eunha estaba molesta, era su merienda matutina, así que golpeó la cabeza de Sowon. "¡Jirafa! Ya no te hablaré más", entonces Eunha le dio la espalda a Sowon.

"Ay... Yah Eunha!!! ¿Estás loca? ¿Realmente estás enojada conmigo?" preguntó Sowon, pero no recibió ninguna respuesta de la niña pequeña. Ella suspiró y abrió su bolso, tomó su comida y fue detrás de Eunha para después levantar a la niña que soltó un chillido. Sowon la puso en su regazo. Eunha tenía una mirada de sorpresa en su cara, pero no se escapó. "Ambas podemos sentarnos en este lugar", dijo Sowon antes de darle de comer a Eunha. "Perdón..." susurró esperando que la niña dejara de hacer pucheros.

Eunha asintió con la cabeza y tomó la comida, se puso más cómoda en el regazo de su amiga y disfrutó de los bocadillos, haciendo un poco de aegyo mientras saboreaba la comida de la niña alta, lo que hizo que Yuju se riera a carcajadas, parecían una vieja pareja de casados; hasta que vio a SinB acercarse a ellas.

"SinB!!!! Por fin llegaste!!" dijo Yuju emocionada y se levantó para abrazarla.

"Sí...Perdón, me quedé dormida" SinB se rascó la cabeza sintiéndose culpable.

"Está bien, no te preocupes, sólo me preocupaba que te pasara algo..." respondió Yuju con una voz preocupada antes de golpear juguetonamente el trasero de SinB.

SinB sonrió ante la acción de Yuju: "¡Yah! ¡¡Tú, Yuju!! No sabía que eras una pervertida" se burló. Yuju se ríe y le pega una vez más en el trasero. SinB quería devolverle el golpe a Yuju, pero Eunha dijo que ya era hora de ir a clase. Así que se despidieron la una de la otra y dijeron que se reunirían para almorzar.

Cuando SinB entró a clase, se sentó en el extremo más lejano y suspiró. Desearía que Yuju estuviera en esta clase. Sacó sus notas y empezó a escribir sobre ellas. Pero después de un tiempo, se dio cuenta de que estaba dibujando el nombre de Yuju y también un corazón alrededor de su nombre. Yuju era lo único que ella tenía en mente. No podía esperar a terminar sus clases y encontrarse con ella.