Un Camino Por La Realidad

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Yo trataba de vivir como siempre lo había hecho.
Pero de un día a otro todo simplemente cambio, cómo pensar que una muerte puede cambiar todo lo que había en tu vida.
A veces la vida es injusta pero, no te das cuenta asta que lo es contigo.

Esa tarde caminaba  a casa cuando de pronto sono mi teléfono,  y justo cuando mi pulgar estaba apunto de presionarlo para contestar se apagó. Demonios!
Corrí a casa, y al hacer acercarme para entrar, mi cuerpo se petrifico, tal y como pasa en las películas de terror al  ver un fantasma, y quisiera decir que no pero fue un fantasma. observé cómo Mi padre se acercaba a mi, me tomaba de la mano y decía: lo siento me tengo que marchar, no llores por mí todo estará bien, cuida de tu madre, necesitará apoyo después de esto. Me besó la frente como cuando era pequeña y se marchó no lo podía creer se sintió tan cálido, pero también tan triste. Entre corriendo y lo observé  estaba recostado como si hubiera estado observando un maratón de películas de Pedro Infante. De mis ojos empezaron a salir lágrimas, todos lloraban  su alrededor, pero nadie lloraba como yo, mi cuerpo dormido no quería hacer nada más que recostarse a llorar. Todo estaba bien.
No, a quien engaño no estaba bien en lo más mínimo, estaba cansada de llorar pero mi corazón roto, mi yo rota no permitían que lo dejara de hacer. La escuela bueno llevaba un mes sin ir a ella. Mi madre intentaba ser la persona más fuerte, pero sabía que ella estaba aún más rota que yo.
Camina para olvidarlo, no puedo ni caminar, no puedo comer, no quiero salir de mi habitación, que nadie lo comprende aún.