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No siempre quiso ser un detective; de niño soñaba con ser compositor, incluso entrar más directamente a la industria de la música, sin embargo, todo cambio cuando su padre fue asesinado y jamas encontraron al culpable aquel monstruo que acabó con la vida de su progenitor (y a la vez con la infancia de Yoongi) quedó impune y libre. 

Estudio y se preparo por años con tal de ser el mejor, no permitiría que mas animales como aquel quedaran libres; se convirtió en detective muy joven siendo uno de los mejores de su clase, pero aun así no estaba listo para semejante caso a sus 27 años de edad.

Yoongi sentía que su vida se había vuelto un caos de un momento a otro. Tres días, tan solo habían pasado tres días desde que le habían asignado este caso, tres días desde que el asesino había matado nuevamente y tres días desde que había desaparecido sin dejar rastro, como siempre.

En cualquier momento se volvería loco, tal vez exageraba un poco, pero de verdad el caso no tenia pies ni cabeza. La única pista que tenia es que el asesino mataba únicamente a personas muy importantes y con dinero, sin embargo, no lo hacia por dinero pues no tocaba ninguna cuenta monetaria o empresa. Solo mataba y se iba, ni siquiera se podía estar seguro de que mataba solo o de si era hombre, ni siquiera si es que había tenido contacto anteriormente con la víctima.

Definitivamente se quedaría calvo antes de los 30.

Y es que aun no comprendía porque se le asignó semejante caso a él: un novato que solo lleva un año y medio trabajando ahí, apenas había dejado de ser asistente hace unos meses, y sí, que era muy bueno en lo que hacia siempre resolviendo todo a tiempo, pero tampoco era tan bueno.

Terminó su tercer café del día (siendo apenas las 12 de la tarde) y se talló los ojos con fuerza, se encontraba en su oficina viendo las fotos de la última escena del crimen comparándolas con las fotos de las escenas anteriores cuando unos golpes resonaron en su puerta.

- Adelante -suspiró cansado.

- Suga ¿ya comiste? -Hoseok entró con una bolsa en las manos.

- No, aún no me he podido despegar de aquí -se estiró.

- Al menos levántate, se te aplanara más el trasero, toma, traje donas - se sentó frente a él.

- Mi trasero no está plano -masculló molesto- gracias por las donas, pero a éste punto he comido tan mal que para final del mes seré una pelota -

-Vamos, eres un palillo y por eso no tienes trasero, así que come que creo que en estos últimos días bajaste 5 kilos de golpe además parece que te dieron dos golpes en los ojos debido a las ojeras que tienes ¿No has dormido nada? -preguntó preocupado.

-Nada, no he avanzado ni un poco, no me puedo dar el lujo de dormir -

- ¿Lujo? Yoongi, es una necesidad básica del ser humano -Hoseok no podía entender a veces lo exagerado y testarudo que podía ser su mejor amigo.

- Ya... -El pelinegro prácticamente ignoró a su amigo, sabiendose conocedor del sermón que proseguía. Se talló los ojos con fuerza y suspiró.

- Anda, come y duerme, si mueres no resolveras el caso y tu fantasma vagará por aquí debido a su tarea incompleta -

-Bah ¿y el exagerado soy yo? Está bien, comeré, pero iré antes por un café - murmuró mientras se levantaba.

-Alto ahí -El pelirrojo se paró frente a él impidiendole salir- Estoy seguro que has tomado el suficiente café como para tener negras las venas, si regresas con otra taza de café te juro que lo tiraré -amenazó.

- Vamos Hoseok ¿Entonces qué quieres que beba? -

- Existe el té, el chocolate, no sé ¡¿Agua?! Tus labios están partidos ¿hace cuanto no tomas un vaso de agua? El café no hidrata, de hecho hace lo contrario -lo regañó.

- Joder, no eres mi madre -masculló.

- Está bien -se apartó de la entrada- Muerete de una insuficiencia renal o yo que sé -

Yoongi río mientras salía de la oficina estirandose.

Se dirigió a la cafetería ubicada frente al edificio donde trabaja y observó el menú de bebidas calientes pensado en darle el gusto a su amigo y tomar algo que no fuera café.

Tal vez sí necesitaba relajarse un poco así que pidió un té con leche y se sentó a esperar ser llamado. Observó el lugar un poco ansioso, sin dejar de pensar en el caso que lo atormentaba, solo había 3 personas en el lugar, dos platicando en una mesa y un chico sentado en los sillones leyendo.

- ¡Yoongi! -se escuchó en el mostrador.

Con pereza se levantó buscando su cartera en sus bolsillos sin encontrarla.

- ¡Minmin! -llamaron ahora.

Cuando llegó al mostrador ya estaba seguro de que no traía su cartera, sin embargo, siguió buscando con una pequeña esperanza de encontrarla. La joven que atendía le sonrió y le dijo la cantidad que debia pagar mientras le tendía el vaso. Yoongi sonrió nervioso  y siguió buscando su cartera, viéndose está vez más desesperado y nervioso, siendo obvio que algo no estaba bien. Resignado estuvo a punto de decir que iría por el dinero al edifico de enfrente y volvería lo más rápido posible, cuando una pequeña mano tendiendo un billete lo interrumpió.

- Pagaré lo mio y lo de él -murmuró el chico que había llegado a su lado.

Yoongi quiso negarse, pero el chico dio el billete sin mirarlo siquiera por lo que se quedó callado y lo observó, era aquel chico que leía en los sillones, tenia el cabello rubio un poco  esponjoso, un bonito perfil dónde destacaba su nariz de botón así como sus enormes mejillas.

El chico terminó de pagar y recibió sus cosas: un té y un paquete de galletas de chocolate, sin mirar a Yoongi, comenzó a alejarse del mostrador.

- ¡E-espera! -lo llamó.

El chico se volteó y le sonrió, lo qie hizo que el pelinegro se perdiera completamente en su rostro angelical, sus enormes mejillas hacían que sus ojos desaparecieran convirtiéndose en dos pequeñas líneas, sus enormes y esponjosos labios enmarcaban sus blancos dientes, todo en el chico era bello.

- No te preocupes -murmuró algo apenado- No tienes que pagarme -

- A-a-almenos déjame agradecerte correctamente -tartamudeó y se inclinó levemente - Gra-gracias... -hizo silencio, esperando a que el contrario le dijera su nombre.

- Jimin, mi nombre es Jimin -

"Lindo nombre" pensó Yoongi.

- Soy Min Yoongi -volvió a inclinarse- Trabajo en el edificio de en frente -lo señaló- Si necesitas algo, búscame ahí -le sonrió, sin embargo Jimin ya no sonreía y al contrario parecia preocupado- ¿Sucede algo? -

- N-no na-nada, me tengo que ir, un gusto -habló apresuradamente, sin dejar que Yoongi respondiera, el chico salió del lugar.

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⏰ Last updated: Feb 26, 2019 ⏰

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