espantapájaros [chensung]

En la tarde, cuando el sol cae en la granja, se ve la silueta de un arruinado espantapájaros arde en los brazos de la gran estrella, el fondo naranja y la calidad brisa no duran lo suficiente como él quiere. Lo único que desea es ir junto al sol con su lento y casi imperceptible pasó en busca de lo que alguna vez escuchó llamar "amor", pero aquello le era imposible, no solo por la imposibilidad de moverse, puesto que aunque la movilidad le fuese dada por algún ser divino, le faltaba lo más importante, un corazón. Su interior era seco, la paja con la que estaba formado su cuerpo era áspera y no podía hacer más que crujir y espantar a los poco seres que se le acercaban. Este espantapájaros es especial, ya que sin importar cuán negativos sean sus pensamientos, sus deseos permanecen fuertes y brillantes, son tan brillantes que ni la oscuridad de la noche puede ocultarlos.

Una especial mañana el espantapájaros despertó, pero ¿cómo? Él no duerme, que extraño, rasco su nuca. ¡Oh por Dios! Se quedó muy quieto y comenzó a gritar. Podía hablar, podía moverse, podía dormir, ¿qué sucedía? ¿otra fantasía tal vez? Si de eso se trataba, se sentía tan real. Oyó un canto, que bello canto, pensó, algo comenzó a retumbar  con fuerza en su pecho ¿un insecto? Tal vez una abeja. El canto se acercó a él, dejando ver a un pequeño pajarito, al cual no notó hasta que se movió a sus pies. Su color gris se mezclaba a la perfección con el barro seco.
Quería hablar con el, ¿cuál era su nombre? ¿qué canción era la que cantaba? ¿cómo podía cantar tan hermosamente? Pero en su pecho aquel insecto no lo dejaba tranquilo, finalmente su voz salió baja y tímida, bello pajarito, que voz tan dulce ¿podrías enseñarme a cantar tan lindo como lo haces tú?, el pájaro lo miró señor espantapájaros, que amable pero me temo que debo marcharme, el invierno se acerca cantó y cantó mientras el vuelo emprendió hacia el el sol que caía.

Triste espantapájaros sólo de nuevo quedó, pero aún así su corazón sin éll saberlo, seguía latiendo con fuerza a la espera de aquel canto, pronto llegará la primavera, no será tan larga la espera.