Una palabra como esta es capaz de dar inicio al arte del placer, besos por el cuello o caricias por tu piel? Un beso lento se apodera de tu boca sedienta de mi saliva que excita ambos cuerpos bailando al son de los susurros y gemidos provocados.
Te ríes nerviosa cuando te quito la ropa, es precioso ver tu cuerpo, en mi cara se nota, me desnudas al igual, aunque no damos el inicio de este ritual.Dejando la poesía y la fantasía hablemos de tu interior de encaje, hermoso pero lo siento si decido bajarlo con mi boca hasta ver cada parte de ti, ya lo hiciste conmigo, me tocaste y yo no supe que decir. ¿Dime, quieres gel o mi saliva? Mejor no preguntar y utilizar las dos, si, bien lo hago, dices con palabras lascivas.
Recorro cada tramo de tu cuello a besos que enloquecen tus sentidos y me agarras fuerte la cabeza mientras sujetas mi otra mano bajándola por tu vientre, pero aún queda tu pecho, se paciente.
Mis manos notan tus latidos de tu pecho, y no es por tocarte simplemente.. eh? Que narices, ambas cosas son factibles pues no es prosa y una carta lo que estamos escribiendo.
Llego por tu vientre llegando a tí, me dices que si? Yo sigo, mi lengua no se cansa de comerte todo el ****. Los minutos pasan y me besas, y te beso, me muerdes, te muerdo, una guerra divertía nuestros cuerpos pero llega un momento en el que te pido que te pongas, yo sé que he tardado pero dejarte con las ganas me provoca cierto agrado. No soy tan malo al fin y al cabo, estás disfrutando mientras entra mi ****.
Tu pelo es genial, lo veo tan de cerca, me pides que tire con fuerza y lo hago con destreza pues con otra mano la magia que hago no la consigue hacer un mago. No nos cansamos, somos animales, salvajes en la cama, uñas me clavaste, mordiscos te llevaste.