Me levante mire mi ojos llenos de lagrimas, en un lugar pequeño me
encerre y llore , ni por nada y ni por nadie.
Me levante, me vesti y fui,
al llegar te vi elegir entre ella y yo
no dudaste.
Te mire sentado al lado de ella
me traicinaste,
pero no dolió, no huvo llanto
solo silencio
un oscuro y hermoso silencio,
y fue ahí cuando me di cuenta.
Ya era hora
de coger a ese puto toro por los cuernos.