Katto (pausada)

La familia

-Son las 10 a.m, Mia debe estar haciendo el desayuno para el ladrón... A ver... Si, justo como la imagine -Dijo Balduino mientras observaba a la abuela Mia con unos binoculares desde la azotea de un edifico -. Ahora ira a despertar al ladrón y el se abstendrá al pedido de su querida abuela... ¡JA! justo como pensé, siempre tan predecible

Balduino se saco los binoculares y se sentó en la orilla de la azotea, miro al cielo y se saco la capucha para que su cabello sienta la fría brisa que corría de manera pasajera en esa soleada mañana

-Ya pasaron ocho días desde que me nombraron el cegador, y siete desde que localice al ladrón, lo bueno de todo esto es que me tomo solo esos días en saber su rutina diaria... Mmm demasiado tiempo, ¿Estaré oxidado? Na, claro que no, bueno... Tal vez el enfrentarme de manera directa a tantos metamórficos me desacostumbro al espionaje que en la hermandad estamos acostumbrados -Charlaba consigo mismo Balduino mientras jugaba con una pequeña daga que tenia en las manos -. Creo que espiare un poco mas de cerca a la secuaz cuando el ladrón se vaya a su trabajo diario y tal vez ... Solo tal vez vaya a hacerle una visita al ladrón en su "oficina", agh que digo, obvio que iré a visitarlo, ver a quien deshonro a la hermandad limpiando platos y sirviendo a terceros, hasta pagaría por verlo... Bueno tal vez lo haga -Dijo soltando una carcajada burlona

Pasaron unas horas y el "Cegador" observaba como Katto se despedía de su abuela y salia del pequeño departamento. Balduino espero atentamente hasta que vio a Katto salir del edificio e irse con una chica a su lugar de trabajo

-Bueno, esta es mi señal -Dijo mientras se levantaba y estiraba de manera concentrada -. Podre probar el HOOK N.G 3 de la doc

Balduino se quito la túnica morada y dejo ver un tipo de traje militar que le cubría el cuerpo, de uno de los bolsillos saco un gancho gris metálico con una soga que por el color y la textura eran del mismo material con una mancuerda del otro extremo, el solo agarro y con gran fuerza la tiro hacia el edificio donde se encontraba la abuela Mia, el gancho se clavo fácilmente a unos pocos metros de la orilla de la azotea del edificio, Balduino apretó un botón ubicado en la mancuerda y la soga empezó a encogerse llevándolo hacia donde se encontraba el gancho, en tan solo unos segundos se encontraba colgado del gancho mirando la espectacular vista que ofrecía el estar en esa posición un poco peculiar

-Bueno ella esta a un piso de aquí... a ver... -Murmuraba mientras apretaba el segundo botón de manera precisa y lenta para que la soga empezara a alargarse lo justo y necesario para estar a la altura de la ventana del departamento de Katto. De pronto la ventana se abrió cuando Balduino se encontraba al lado de la ventana

-¿Vas a entrar? -Pregunto Mia mientras sacaba la cabeza de la ventana y lo miraba

Balduino quedo en silencio, estaba un poco sorprendido, si, pero eso demostraba que Mia no era la simple anciana que aparentaba, eso a Balduino le daba un poco de inquietud aunque lo  sospechaba desde un principio

-¿Que sucede? ¿Te comió la lengua algún metamórfico? -Pregunto de manera burlona mientras entraba su cabeza de nuevo al departamento

El cegador entro al departamento y mientras observaba de manera minuciosa todo el lugar, como si estuviera buscando algo, como si tratara de encontrar el secreto de una cultura de hace miles de años

-Nosotros no lo tenemos -Dijo de manera cortante Mia mientras servia el Te

-Si dijeras la verdad, entonces ¿Donde esta?

-No lo se, no nos interesa saberlo, Katto no sabe nada de lo sucedido, al menos ya no

-¡Por favor! Si es Katto, también conocido actualmente como el ladrón quien deshonro a la hermandad y tu, su secuaz, junto a todos tus antepasados -Exclamo con asco Balduino -. Tal vez... Solo tal vez, si me das la reliquia, no te mate a ti ni a Katto, es mas me conmovieron, su nueva vida, tu haciéndote pasar por su abuela, ¿Que le diste sobre sus padres? Digo, debes haber inventado una muy buena historia para que el ladrón se haya creído todo

-Vete de aquí, nosotros no tenemos nada -Fue lo único que dijo Mia antes de darle un breve sorbo a su Te servido en una taza perteneciente a una reliquia de su familia en la época feudal, traída directamente desde Japón

-Lindo juego de Te, ¿Es de uno de tus antepasados?

-Dije que te vayas de aquí

-Esta bien, esta bien me iré, pero solo quiero que sepas que si para mañana no me das la reliquia, tu querido "nieto" junto a ti, perderán sus vidas y no me refiero a esta que acaban de formar

-No la tenemos, pierdes el tiempo aquí

-¿Como confiar en tus palabras? ¿Sabes que es mejor? Justo hoy tenia pensado en ir a visitar al ladrón en su trabajo, me acabas de convencer, sin duda lo haré

-¡Le tocas un pelo y no tendrás manos para usar ese gancho o los binoculares con los cuales estuviste observándonos toda esta semana! 

-No, Mia, me malentendiste, no le haré daño, solo quiero verlo de cerca, tienes mi promesa de cegador -Aclaro Balduino mientras caminaba justo a  espalda de Mia

-¡Ja! ¿Tu un cegador? No eres un cegador todavía, no te pusieron la marca todavía, seguramente la misión que te dio la hermandad es para que puedas ganarte la marca, pero... Adivina, no la cumplirás, por que nosotros no tenemos esa reliquia y estuviste toda una semana vigilando a una abuela con su nieto que no tienen idea del paradero de tu preciado tesoro -Dijo Mia para luego soltar una breve risa

-Cumpliré esa misión, cueste lo que cueste -Susurro Balduino a unos centímetros de la oreja de Mia 

Un poco sobre exaltada, Mia se dio la vuelta para encontrarse con la habitación completamente vacía, mientras el viento que entraba por la ventana hacia mover las cortinas, Mia solo expulso un corto pero triste suspiro.